Artículo de Joel Docampo Lorenzo
Después de los hechos acontecidos en un partido alevín en
Las Palmas (donde uno de los equipos de la UD Las Palmas goleó a otro por un resultado tan contundente como un 47-0), no puedo mostrar otra cosa que mi más sincera lástima, y no por el equipo perdedor, sino por los niños que ganaron ese partido. ¿Qué valores se le están enseñando?
¿A caso un deporte tan maravilloso como el fútbol trata de eso?
Sí, puede que trate de marcar más goles que el equipo rival. Pero también trata sobre respeto y humildad, respeto al contrario, pues cuando el marcador ya data de 15-0 es sabido por todos que el equipo contrario no va a remontar y se pueden trabajar más cosas de cara a próximos duelos contra equipos que quizá exijan más (todos los miembros del equipo deben tocar el balón antes de tirar, practicar la posición defensiva replegada para trabajar basculaciones, el gol debe llegar de centro y remate…); y humildad, sobre todo humildad, pues, esos niños ganadores, el día que pierdan quizá no sepan aceptarlo y su frustración será mucho mayor de lo que cabría esperar por perder un partido.
Es vital aprender a convivir con la frustración, ya no sólo por el fútbol, sino de cara a una
larga vida que les espera por delante a todos, en el amor, en el trabajo, en los estudios… en todos los lugares se van a dar situaciones frustrantes, y el fútbol les va a ayudar a convivir mejor con ellas si desde niños un buen educador deportivo (que no entrenador, pues son niños de entre 10 y 12 años) les ayuda y lo trabaja con ellos de una forma adecuada, no humillando a equipos rivales sin el más mínimo pudor.
Con esto, quería dejar una reflexión en el aire: ¿qué equipo ha aprendido más después de ese partido? ¿El vencedor o el perdedor? Bajo mi punto de vista, creo que el perdedor; pero eso ya dependerá de la personalidad de cada uno, asique juzguen ustedes.
