Entrevista realizada por Sergio Farrè Robador para Castellón Base
Una travesía en el desierto, eso fue lo que pensé cuando conocí a Ángel Andrés Jiménez, también conocido como «Árbitro de la Paz». Un hombre que ha llegado a ser árbitro asistente de 3ª División de fútbol y que a golpe de tuit trata de concienciar y fomentar sobre lo que él llama «el VAR de la honestidad» que no es otra cosa que llevar la deportividad a su máximo exponente. Cuanto más se conoce más fascinante resulta su labor, a medio camino entre la utopía y la formación humana ideal, que es sin duda alguna una travesía en el desierto en los tiempos que corren hoy en día, dónde es más importante el qué, qué el cómo.
P-Hola Ángel, en primer lugar gracias por dedicarme tu tiempo. Para empezar me gustaría qué expliques, para los que no te conozcan, en qué consiste el «VAR de la honestidad», a quien va dirigido y qué pretensión tiene.
R-El «VAR de la honestidad» para mí es la culminación del espíritu deportivo, es desear que la justicia y los principios deportivos estén por encima del resultado. Algo tan simple como que si un jugador sabe que el árbitro está tomando una decisión errónea y que favorece a su equipo, se lo diga. Por ejemplo, yo he tocado la pelota en último lugar y el árbitro señala que me toca sacar a mí, «no árbitro, yo la he tocado el último». El «VAR de la honestidad» lo que pretende es que la deportividad reine en cualquier deporte, en este caso estamos hablando de fútbol, pero que en cualquier deporte los valores sean más importantes que ganar como sea. A mi entender, ganar como sea va en contra de el espíritu del deporte, evidentemente hay que querer ganar para que exista una competición, pero no de cualquier manera.
Va dirigido a todo el que juega a algo o compite en cualquier nivel y en cualquier liga, evidentemente empezando por los niños pero no simplemente va dirigido a ellos. Pienso en cualquier persona que haga deporte y quiera ser feliz con los valores que aporta el deporte, ya que pienso que se puede ser muy feliz perdiendo un partido si uno siente que lo ha dado todo y cree que se ha portado con honestidad y deportividad.
P-¿Cuánto tiempo hace que te dedicas a éste cometido?¿Hasta donde te gustaría llegar?
R-Empecé a arbitrar con dieciséis años y voy a cumplir cuarenta y dos, desde entonces, sea como árbitro federado o no, siempre he estado vinculado al arbitraje. No siempre he tenido esta idea, ni otras como suspender los partidos en que había insultos, evidentemente con dieciséis años es complicado plantearse todas estas cuestiones, pero uno va creciendo, va madurando y le van surgiendo inquietudes, y simplemente trato de ponerlas en práctica.
Bueno como he dicho, empecé a arbitrar con dieciséis años pero cuando realmente empecé con el tema de suspender los partidos por insultos fue a finales de 2006, y la idea del «VAR de la honestidad» fue hace unos cuantos años, no recuerdo exactamente cuanto, unos tres o cuatro, y como he dicho, me gustaría llegar a cualquiera que quiera probar esta idea y compruebe que le aporta felicidad y bienestar interior, al fin y al cabo lo que todos queremos es ser felices.
P-¿De dónde surge la idea y la motivación de ponerla en marcha?
R-La motivación para poner en marcha la idea surge del interior de uno mismo, de los propios valores, de querer aportar algo positivo, de querer que otras personas puedan probar la idea y sentir el bienestar de hacer lo correcto.
P-Normalmente, ¿Cómo suelen recibir la propuesta?¿Cambia la opinión de las personas cuando desarrollas la idea?¿Que aspectos causan más admiración o apoyo y cuáles menos?
R- Por ahora no he encontrado a ningún club que se comprometa, que se comprometa a vivir esto. Yo he visto cómo se sentían algunos chicos que han jugado partidos que he arbitrado yo y les he dicho, «poned en práctica esto», lo han hecho y sé que se han sentido bien, porque me lo han dicho, han experimentado algo bonito. Clubes que lo lleven a la práctica no conozco ninguno, sé que han habido casos puntuales de niños que han reconocido algo o que no han querido tirar un penalty y se lo han dicho al árbitro directamente porque sabían que no era, y se han sentido muy bien, y la gente que lo ve se siente muy bien y lo aplaude, y luego sale en las noticias, ahora, ¿por qué se queda en algo puntual? no sé ¿por qué nadie se atreve a ponerlo en práctica el primero? me gustaría saberlo, supongo que también hay temor a que los señalen, a sentirse señalado u observado, mucha gente está esperando a que empiece otro. En una ocasión me dijo el presidente de un club «me encanta, ponlo en práctica, me gustaría, sería fantástico, pero que lo haga otro, porque si no, van a estar siempre observándome a mí» y yo le dije que es un honor sentirse observado por esto, para mí lo terrible es sentirse observado por ser un delincuente o un ladrón, ¿pero por esto? Pero desgraciadamente nadie se atreve, o nadie quiere.
P-¿Qué crees que debe cambiar para que el proyecto que promueves deje de verse como algo utópico o imposible?
R-Lo que debería cambiar es simplemente que empiece a hacerlo gente de forma habitual, que empiecen a ponerlo en práctica unos cuantos, ya que es algo sencillo y gratificante, es educativo y no tiene ningún punto negativo, cuando eso ocurra todo vendrá rodado, que haya alguien más que un árbitro loco, como alguna vez me han definido, que por cierto a mí me encanta, bendita locura por tener una idea que puede ser positiva para la gente, me gusta pensar que pasará como decía aquella frase célebre, «lo hicieron porqué no sabían que era imposible», y una vez que lo hagan ya no se detendrán. Algo ya está cambiando, de hecho, ahora tengo la ilusión de un precioso proyecto en el que tengo el honor de colaborar: la plataforma 090. Es una iniciativa del Área de Deporte del Ayuntamiento de Málaga. Creo y espero que llegue tan lejos como merecen los valores que promueve: fútbol con respeto y deportividad, en el campo y en las gradas. Y esto significa que se están dando pasos en esta dirección.
P-¿Qué noticia relacionada con tu iniciativa te ha dado más alegría?¿Has recibido alguna reacción por parte de algún club profesional o de algún medio de comunicación?¿Qué te han dicho?
R-Casos que me alegran son cualquiera de los chiquillos que han reconocido que el penalty no era, o cualquier otra acción que les beneficiaba y no debía beneficiarles, incluso en profesionales, que alguna vez también ha ocurrido, me alegra muchísimo por la gente que estaba allí, por los padres, los aficionados y todo el que haya podido experimentar la grata sensación de vivir eso. En cuanto a medios de comunicación, alguno se ha hecho eco de mis ideas, de cómo yo veo el fútbol y el deporte en general, y eso es de agradecer, lo que pasa es que ha faltado el compromiso de tomarlo como algo propio, de comprometerse, en el sentido de denunciar toda situación de engaño, toda falta de deportividad, y denunciar una y otra vez, eso sí lo he echado en falta porque creo que el periodismo debe ser eso también, aparte de informar puede denunciar lo que es condenable y aplaudir lo que es correcto, eso también es periodismo.
En cuanto a reacciones de clubes profesionales no ha habido nada, solamente un club muy importante del que no voy a decir el nombre me felicitó, una sección de ese club ligada a una fundación con una labor social si me felicitó, y les dije «estupendo pues según el código de valores que usted expresa en sus estatutos y sus palabras, esto encajaría perfectamente, láncense ustedes a realizarlo y harán algo maravilloso porque tienen ustedes un altavoz del que yo no dispongo» y ese correo electrónico quedó sin respuesta hasta hoy.
P-Tengo entendido que has llegado a ser árbitro asistente de 3ª División y árbitro principal de regional preferente, pero que ya no ejerces como árbitro, ¿Qué te motivó a dejarlo?
R-No me ha motivado nada a dejar el arbitraje porque yo, aunque lo he dejado en dos ocasiones como federado, siempre he seguido vinculado a él, es cierto que he dejado de pitar partidos oficiales pero he seguido pitando en otro tipo de competiciones, y yo siempre estaré cerca del arbitraje.
P-Cuéntanos tu mejor experiencia como árbitro de adultos y de niños.
R-En el caso de los adultos no recuerdo algo así extraordinario que me marcara, pero con los niños si hay algo que es muy especial, cuándo ya estaba en marcha esto del VAR de la honestidad, hubo un chico alevín que jugaba de portero, le dispararon desde fuera del área y el rozó con los dedos para enviar a córner, era una acción muy difícil de ver, yo ya iba a señalar el córner, pero él automáticamente se giró hacia mí y levantó la mano diciendo «la he tocado yo» para que yo señalara córner, eso para mí es muy grande.
P-¿Qué opinas sobre todos los aspectos del fútbol formativo en la actualidad? (Modelos de competición, personas que intervienen en él, etc)
R-En primer lugar creo que se da demasiada importancia a los ascensos y descensos, (en Andalucía existen ascensos y descensos en todas las categorías de fútbol base), porque muchas veces el equipo sube de categoría y los que juegan en la categoría superior son otros, ya que los que consiguieron el ascenso ya no pertenecen a esa franja de edad en la que va a jugar otro grupo de niños, eso lo veo un poco extraño, no veo mal que jueguen, y que al final de temporada los campeones de cada grupo puedan competir por un ganador final, por supuesto dándole la importancia justa y no volviéndose locos, porque eso es parte de la competencia deportiva, pero el tema de los ascensos y descensos no termino de verlo, ahora, lo que sí me parece peor es que no se ponga remedio a las cuestiones de la violencia física y verbal, que se jueguen partidos donde el ambiente es lamentable, y que no se aplique el VAR de la honestidad, porqué no se invita a los chicos a proceder así, con absoluta honestidad y deportividad, que para mí es lo más importante, porqué el tema de la competición debería ser secundario, ya que ganar no es tan importante como la forma en que se gana o se pierde, o la forma en que se juega, eso sí es importante.
P-¿Cómo consideras que afecta el comportamiento de los futbolistas profesionales en el comportamiento de los niños futbolistas?
R-Los profesionales tienen mucho que decir, porque lo que ellos hacen lo ven muchísima gente y los niños los tienen como ídolos y siempre se quiere imitar al ídolo. Si los profesionales no transmiten buenos comportamientos, los que estamos luchando en la base, que no tenemos altavoz, que no somos espejo en el que se miran millones de niños, lo tenemos mucho más difícil. Sin la ayuda de los profesionales lógicamente es más difícil, no imposible, pero sí más difícil. Ellos tienen mucho que decir, tienen una gran responsabilidad social.
P-¿Cómo te imaginas el fútbol en el futuro?
R-Yo me imagino al fútbol en el futuro mejor de lo que es ahora, me lo imagino mucho más comprometido con los valores que dan sentido a la vida, como el respeto y la deportividad, con todo lo que ello implica, o la honestidad. Creo que va a ir en esa dirección, no sé si lo vamos a ver pronto, o sea en un año o dos, o más tarde, pero creo que lo vamos a ver. Cuando yo empecé con todo esto pensaba que moriría sin verlo, ahora en cambio, a no ser que muera muy pronto claro, creo que lo veré, que veré el cambio porque ya ha habido mejoría, aunque todavía queda muchísimo por hacer, y creo que de ese muchísimo que queda por hacer vamos a ver en no demasiado tiempo un avance muy importante.
P-Por último, me gustaría que utilizaras este espacio para decir lo que te apetezca.
R-Lo único que me quedaría por decir es que las personas que tengan inquietudes y quieran realmente un fútbol mejor, más educativo, sin violencia, con deportividad auténtica, que esa gente se comprometa y se atreva a poner en práctica el VAR de la honestidad en sus clubes, ya sean clubes de barrio o de pueblo, clubes pequeños o humildes, porque tienen mucho que decir, ya que movilizan a muchos niños y a muchas familias que pueden aportar un mensaje, porque lo que hoy se ve en un campo de fútbol pequeño, lo ven personas que pueden decir «yo quiero ponerlo en práctica también en mi equipo» y lo que empieza siendo algo pequeño y de alcance limitado, acaba siendo algo extraordinario. Me encantaría que la buena gente que hay en el fútbol, que la gente que quiere el cambio, se atreva a ponerse en marcha. Decía Lao-Tsé, un sabio chino, «el camino hacia lo eterno comienza ante tus pies», así que debemos creer que lo poquito que podemos hacer nosotros puede significar muchísimo, y que nos pongamos, y no hagamos como aquel presidente que me dijo «¡está fantástico! ¡esto es genial!… pero que lo haga otro» que lo hagamos cada uno de nosotros, sean cinco, diez o veinte que queramos hacerlo, eso sería extraordinario.
