CD Castellón: Adiós a un 2017 de transición, espera un 2018 con retos deportivos e institucionales

Un año con claros y oscuros como los colores de la primera equipación. Con un punto y a parte en verano cuando, consumado el descenso del Juvenil A a Liga Nacional y el ascenso del Cadete A a Liga Autonómica con el «arrastre» del Infantil A y el ascenso del Infantil B a Preferente, el CD Castellón comenzaba una nueva etapa en la cantera albinegra como consecuencia de los cambios habidos en el club. La llegada de Vicente Montesinos propició cambios en cadena con Javier Heredia, al frente de la dirección «política» de la cantera y Fernando Ramírez, en la deportiva, que reemplazaban a Nahum Mingol quien junto a Ximo Badenes, que sigue vinculado al club, habían salvado a la base albinegra en los años de David Cruz como presidente con el incremento, incluso, de jugadores y equipos. Sólo con ese objetivo cumplido, la nota a Mingol, más que de Notable. El deportivo no culminó con Sobresaliente pues se había consumado el descenso del Juvenil A aunque se lograba subir al Cadete a Liga Autonómica, muy importante para la proyección de los jugadores albinegros. Títulos ligueros para algunos equipos como el Infantil A o el Infantil B. En Fútbol 8, los equipos competían mejor, con algún doblete como fue el caso del Benjamín A que ganaba su liga y la Copa de Campeones de la categoría de manera brillante. También hubo títulos para el Alevín en Categoría Mixta y otro Benjamín de segundo año.Todo ello en un ambiente «insostenible» con impagos de varios meses a los técnicos que acudían a entrenar y a los partidos oficiales por la devoción a unos colores.

Los nuevos gestores dedicaron «veinticinco horas» diarias a configurar los nuevos equipos «insignia» el club. Un organigrama plagado de cargos con responsabilidades concretas como un club de Primera se merece. Seis meses más tarde, el panorama no es sencillo, con cambios en los dos banquillos de los principales equipos, con los ceses pactados de un histórico como Fernando Campos al frente del Juvenil A, más cerca de los puestos de descenso a Preferente Juvenil que de ascenso a Liga Nacional. Similar situación la del Cadete A. Ramírez, coordinador deportivo del club, se ha tenido que desdoblar para tratar de evitar el descenso aunque de momento el equipo, a punto estuvo de hacerlo en la visita del Hércules de Alicante, no ha logrado salir de la zona de descenso a Preferente que tendría consecuencias funestas para el club con otros «descensos» consecuencia del arrastre aún vigente en la normativa de ascensos y descensos en Autonómica. El resto de equipos de Fútbol 11 mantienen un buen nivel como es el caso del Juvenil B, el Cadete B, líder en Primera pero que no podría ascender si baja el A, el Infantil A, en la mitad de la tabla en Autonómica o el Infantil B, fuera de los puestos de descenso en Preferente. Incluso el Cadete C puja por la primera plaza en su grupo en Segunda. Tampoco hay que olvidarse del Amateur, cerca de los tres puestos de promoción de ascenso a Tercera División, dirigido buena parte de la primera vuelta por Sergi Escobar, técnico ahora del primer equipo. En Fútbol 8, los equipos compiten a un buen nivel, especialmente, en Categorías Alevín y Benjamín. A nivel interno, la complicidad de Montesinos y Heredia con la cantera por su estrecha vinculación ha conllevado el cumplimiento de obligaciones que son más bien derechos de los propios técnicos que han ido recibiendo sus correspondientes emolumentos. Una situación normal, que, por desgracia, parecía extraordinaria en un club de la talla del CD Castellón que había sido desplazado de su Ciudad Deportiva al no poder satisfacer la cuantía exigida por Facsa, titular de la misma. Y, de momento, en este sentido, no se atisba un regreso a la misma.

A nivel «político» y de gestión, en estos próximos seis meses tiene que estar aprobada por la Generalitat Valenciana los estatutos de la nueva Fundación Albinegra que regirá los destinos de la cantera con la incorporación de patronos. Seis meses marcan, por tanto, un panorama con «claros y oscuros» en la gestión deportiva que, bien es cierto, contaron con el «contratiempo» de ir contra-reloj para planificar la temporada en un club que debe ser referencia autonómica a nivel de cantera y del impulso del Fútbol Femenino como sección del club si se plasma el acuerdo definitivo con el CF Joventut Almassora, conjunto de Segunda Nacional. Toda esta labor de gestión acompañada de suficientes atractivos para que la cantera del club vuelva a ganar en capital humano, en forma de jugadores con proyección. Todo ello sin olvidar que el objetivo es proporcionar efectivos de la casa al primer equipo, complicado para un club con una necesidad tan acuciante de ascender a Segunda B que opta por la veteranía y nombres contrastados en la categoría. Eso sí, con una referencia clara: Los años más brillantes del club, no tan lejanos en el tiempo, coincidieron con la presencia de varios jugadores de la cantera en el primer equipo.

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