Los deportes pueden tener un impacto increíblemente positivo en la salud y el bienestar de los más pequeños. Sin embargo, en la era digital, es cada vez es más difícil conseguir que los niños se alejen de las pantallas y salgan a la calle a moverse. Con algunos consejos y mucha constancia, los padres pueden lograr que los niños comiencen a practicar deporte, una de las actividades más beneficiosas a cualquier edad. Aquí van 4 trucos para conseguirlo:
- Deja que prueben varios deportes
Muchos padres quieren que sus hijos practiquen un determinado deporte, como por ejemplo fútbol o baloncesto. Sin embargo, los niños no siempre van a estar interesados en los mismos deportes que sus padres, y limitar las opciones puede provocar que no acaben encontrando algo que realmente les guste y motive.
Lo mejor es enseñarles vídeos de diferentes deportes, y luego profundizar en los que más les llamen la atención. Puedes llevarlos a ver gente practicar el deporte en vivo e incluso apuntarlos a alguna clase de prueba para que decidan si es algo que quieren seguir explorando.
- Haz que tu casa sea un lugar que invita a hacer deporte
Aunque no todo el mundo tiene la suerte de tener jardín en casa, aquellos que sí puedan disfrutar de este espacio deberían aprovecharlo al máximo. Colocar una canasta de baloncesto o una portería es rápido y a menudo sólo requiere de herramientas sencillas, como destornilladores o llaves de carraca como las de RS. Estar en un ambiente que fomenta el deporte sin duda ayudará a que los niños se interesen más en practicarlo.
- Lidera con el ejemplo
De poco va a servir que les digas a tus hijos que hagan deporte en su tiempo libre si después no ven a los adultos de su entorno siguiendo este mismo consejo. Los padres deben liderar con el ejemplo y asegurarse de ser buenos modelos a seguir para los más pequeños. Lleva un estilo de vida activo, muévete e inculca a tus hijos que el deporte y el movimiento son importantes para todas las personas, independientemente de la edad.
- Conviértelo en algo divertido
Los niños se involucrarán más con los deportes si se lo pasan bien. Intenta que las actividades sean divertidas y amenas; por ejemplo, podrías cambiar el tradicional partido de baloncesto por una competición para ver quien encesta más. O quizá podrías animarlos a jugar al pilla-pilla, en vez de simplemente correr por correr. También puedes ofrecer premios y recompensas si completan determinada actividad, o si participan en un partido.
En conclusión, conseguir que los niños se interesen por los deportes puede ser una experiencia divertida y gratificante. Es importante exponerlos a diferentes tipos de deportes y crear en el hogar una zona en la que se puedan mover y ejercitar. También es importante ser un buen ejemplo para ellos y convertir el deporte en algo divertido y no una obligación tediosa.
