Dimensión horizontal versus dimensión vertical

 

A los entrenadores también nos gustan las vacaciones, pero si las podemos aprovechar para seguir formándonos, mejor que mejor. Un entrenador aprovecha las vacaciones para recargar las pilas, y también para seguir aprendiendo, dado que una vez empieza la temporada, el privilegio del tiempo se reduce.

Estos días, he estado indagando todavía más en el juego de posición, de situación o de ubicación. Uno nunca cree saber lo suficiente. Diferentes nombres, pero que vienen a coincidir en lo mismo. Y me quedo con una frase de Juanma Lillo, en una de sus ponencias. En la que decía que “el mejor libro de táctica jamás escrito, es el propio reglamento”. Hagámosle caso al reglamento, si las porterías están ubicadas en el centro de cada extremo del campo, ¿dónde va a tener mayor densidad de jugadores el rival? Por ello, habrá que distraerlo y atraerlo por fuera, aprovechando todo el ancho del campo que nos permite el reglamento. Estirar al máximo el plano horizontal del rival, para la creación, la detección y el aprovechamiento del espacio libre generado. Fijar por fuera a través de la posición de los extremos, dado que así se controla no sólo el eje horizontal de la defensa rival, sino también su altura.

Ripotenis

La dimensión horizontal nos hará más verticales, y justo en la zona que queremos, que es en la de finalización.

Por otro lado, la dimensión vertical tiene un grave peligro, y tal y como el propio Juanma Lillo dice, “cuando jugamos en vertical, la pelota viaja sola, pero la vuelta la hace acompañada del equipo rival”. Conlleva el peligro de la bidireccionalidad, pero con una alteración de elementos importantes, la vuelta en poder del equipo rival.

Por ello, respetemos el reglamento, hagámosle caso,  aprovechémonos de sus generosidades, y no le quitemos metros al campo, sobretodo en su dimensión horizontal.

Artículo de David Serrano. Coordinador de Metodología del Ludogorets de Bulgaria. 

David Serrano  es el Coordinador de Metodología en las categorías inferiores de un club de Champions League y como tal es el encargado de implementar desde Sub-19 a Sub-13 el desarrollo y modelo de juego en cada equipo. En la pasada temporada, bajo su responsabilidad, por vez primera en su historia, el Ludogorets ganó la Copa Sub-18 y la Sub-14 al mismo tiempo, un doblete inédito para una entidad que ha logrado que la cantera esté también al nivel del mismo equipo pues el conjunto Sub-18, que compite en la Liga Nacional Sub-19, vaya cuarto y en Sub-14, en categoría Regional, vaya líder. El equipo Sub-18 ha competido en los últimos años en la denominada Champions Juvenil con los mejores de Europa.