El «entrenador ganador» de Fútbol 8

¿Qué se enseña en este maravilloso deporte? ¿Realmente todos los «entrenadores» están capacitados? ¿Existe la frustración?

Cuando un niño o niña está en Educación Primaria tiene muchas ilusiones, cuando entras en un aula y preguntas: ¿que quieres ser de mayor?, una de las respuestas más frecuentes es ser futbolista.

Todo esto está genial, que el niño tenga ídolos, que tenga unas metas que conseguir y que quiera ser algo de mayor. Realmente, ¿dónde esta el «problema»?

El «problema» está cuando llevamos a jugar fútbol 8 a nuestro hijo o hija, ¿porque? El porque es muy sencillo. Los «formadores» o «entrenadores» que se encuentran en estas categorías no todos tienen la titulación, y luego, independientemente de si tienen o no la títulación, están formados pedagógicamente?

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¿Como podemos llegar a esa conclusión? Llegamos a esa conclusión porque lo que buscan los «entrenadores» o «formadores» es ganar, deducimos eso cuando pasan estas situaciones:

  • Cuando el «entrenador» o «formador» le ordena disparar a portería porque el portero no tiene una gran estatura (menospreciando sus posibles habilidades)
  • Cuando el «entrenador» o «formador» les ordena ponerse en la línea de fuera de juego en un saque de meta cuando el equipo rival no puede lanzar el balón lejos o no tienen grandes habilidades para sacar el balón jugado, y lo más fuerte es que no importa como vaya el resultado porque nunca tienen suficiente.
  • Cuando el «entrenador» o «formador» lanza balones arriba sin ningún sentido. Carece de respuesta táctica y técnica.
  • Cuando el grito del equipo es «ganar, ganar y ganar», es «1,2,3 ganar» o algo similar, después de todo eso que esperamos en el campo.
  • Cuando el «entrenador» o «formador» grita sin haber hecho una corrección táctica o cuando le ordena siempre jugar para el mismo compañero.
  • Cuando el «entrenador» o «formador» se olvida de que son niños y niñas vienen a divertirse principalmente y a aprender un deporte en equipo y siempre juegan los mismos.
  • Cuando el «entrenador» o «formador» no rueda a los niños y niñas en una sola posición, cuando realmente lo que es que necesitan que cometan errores y no se les «encasille».
  • Cuando el «entrenador» o «formador» aprovecha la «norma» del fuera de juego (que la línea del mismo esta pegada al lado del borde del área).

En todas estas situaciones anteriores se consiguen muchas victorias, en nuestro campo y en los campos de los alrededores se ven infinidad de victorias, pero se está formando al futuro jugador/a cuando pasa a jugar a fútbol 11, donde la regla del fuera de juego es a partir del medio campo o del último jugador defensivo. Y que el balón aumenta de talla y las dimensiones del campo se convierten en más del doble de los campos de fútbol 8 y es ahí cuando empiezan las frustraciones.

Vamos a poner ejemplos de frustraciones:

  • ¿Quien le ha explicado a los jugadores y jugadoras que las ocasiones de gol se reducen considerablemente? A lo mejor tienes 7-8 ocasiones por partido (no todas claras de gol) o incluso a veces 2-3 ocasiones. Lo que significa que los delanteros o delanteras que metían 50, 60 o 70 goles por temporada cuando dan el salto a F11 marcan 10-15 en el mejor de los casos, y que los jugadores que marcaban 30 goles por temporada meten 5-7 goles, o a veces ninguno, porque juegan en posiciones más retrasadas.
  • ¿Quien les ha enseñado a mantener una línea defensiva y que no tienen que perseguir al delantero si está en posición adelantada? Ahora ya hay que desmarcarse como delantero y mantener una estructura defensiva en el caso de los defensores (permutas, coberturas, repliegue…)
  • Ahora ya no se puede despejar continuamente porque no consigues meter el balón en el área contraria como pasaba en fútbol 8, te vuelven a atacar tras un mal despeje.
  • Como no has intentado sacar el balón jugado en fútbol 8, llega el fútbol 11 y es tu portero el que no llega al área.
  • Ahora ya no puedes jugar tu sólo e irte hasta la portería porque las dimensiones del campo son muy grandes.

Podríamos seguir poniendo infinidad de frustaciones, pero creo que habrá quedado claro que jugar a fútbol 8 no es jugar a fútbol 11. Y que todas aquellas estadísticas que puedan sacar padres, madres o «entrenadores» del fútbol 8 no valen para nada, porque llega el fútbol 11 y en muchos casos es una frustación inevitable por todo lo que le ha rodeado.

La conclusión que podriamos sacar es que a veces la gente habla de las federaciones como los entes responsables y en muchos casos en las composiciones de los grupos podriamos llegar a debatir que se podrían hacer mejor (como todo en la vida), pero de verdad no creen que la responsabilidad cae sobre los «entrenadores», «formadores» , padres y madres.

Ahora hablamos de «entrenador» o «formador», lo ponemos entre comillas durante todo el texto porque nos referimos a la gente que se autodenomina entrenador o formador sin estar capacitado para ello solo por el simple hecho de estar en un banquillo. Cuando entrenamos a los niños y niñas (no son profesionales) y que tienen una ilusión por practicar este deporte, una persona que sin titulación alguna ya sea pedagogica o deportiva o una dirección deportiva que les marque unas pautas a seguir para que estos/as puedan disfrutar y aprender lo único que ven son cuatro videos o se acuerdan de cuando en los 70 o los 80 jugaban, y esto señores ha cambiado. Lo mismo opinamos de los que alardean de tener titulación y cuando llega al terreno de juego y no empatiza o simplemente se límita a entrenar y a hacer una formación táctica.

Lo que hace falta es gente en los banquillos que cuando el partido se desnivela, jueguen los que a veces juegan menos minutos, que los niños y niñas entiendan la dificultad de todas las posiciones, y que en el fútbol lo importante no es jugar de delantero, de medio, de defensa o de portero lo importante es jugar porque los padres y madres apuntáis a vuestros hijos y hijas a que jueguen a fútbol y practiquen un deporte. Muchas veces entranamos en el error de que nuestro hijo o hija lo hace bien, porque regatea, mete goles o despeja todos lo balones o simplemente el «entrenador» no lo saca del campo pero eso es un espejismo y tenemos que tener siempre los pies en la tierra, estamos hablando de un deporte muy amplio y uno de los casos que puede pasar es que mi hijo o hija se desarrolle antes que los demas, ya sea fisicamente o motrizmente y al pasar lo años todo esto se iguala y nunca hay que olvidar que el fútbol esta en la cabeza, en la toma de deciones, en resorver problemas en el campo de fútbol y sobretodo en ser compañero/a.

Un consejo muy importante para los padres y madres es que la ilusión con la que llega el primer día a jugar a fútbol vuestro hijo o hija nunca la tiene que perder y vosotros no tenéis que perder la perspectiva con la que venís y invertís todo el tiempo del mundo para que vuestro hijo o hija sea feliz. Nunca os dejéis llevar por las falsas expectativas o los «cazatalentos» y recordar el buen entrenador de fútbol base es aquel que:

  • Es un modelo a seguir para todos los integrantes del grupo.
  • Tiene comunicación con el grupo.
  • Tiene respeto y compromiso hacia todos los factores del juego.
  • Intenta enseñar a tu hijo o hija en diferentes posiciones o directamente le transmite que no hay posiciones que se puede jugar de todo.
  • Los resultados llegan con un proceso formativo.
  • Prepara un proceso formativo adecuado para cada edad y cada niño/a.
  • Sabe lo que le puede dar cada uno y reparte los roles dentro del equipo.
  • Los niños juegan entre el 40 y el 60% de los minutos.
  • Y ante todo nunca buscará ganar, dejando a ningún integrante del equipo sin jugar minutos.

Al final lo que vivimos es un gran «mentira» en el fútbol 8.

Artículo facilitado por el CD San Lorenzo Castellón.

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