Experiencia mundial del Cadete A Villarreal CF

“Lo vivimos como un Mundial”. Así explica el entrenador del Cadete A del Villarreal, Jon Errasti, la experiencia que vivió su equipo en el Torneo Internacional Sub-16 del Al Ain en los Emiratos Árabes Unidos. Más allá de los excelentes resultados deportivos, esta competición supuso una nueva e interesante experiencia para las jóvenes promesas del Submarino.

El equipo jamás se había enfrentado a un viaje tan largo, de prácticamente 24 horas. “Salimos de Vila-real el 31 de marzo a las 3 de la mañana para coger el autobús a Barcelona. El vuelo de Barcelona a Abu Dhabi duró unas seis horas y media y ahí tuvimos mucho tiempo para compartir con los chicos más allá de los entrenamientos. Luego teníamos dos horas a Al Ain, la ciudad donde estábamos alojados. Contando la diferencia horaria de dos horas, estuvimos un día entero viajando”, explica Errasti sobre la ida hacia la Península de Arabia.

No obstante, unos pocos chicos sí habían vivió una experiencia similar en el pasado cuando disputaron otro de los torneos internacionales de referencia, según pone en contexto el preparador groguet: “Teníamos a cinco chicos que habían jugado LaLiga Promises Internacional en esa misma ciudad. De hecho, teníamos el hotel al lado de donde jugaron ellos”.

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Además, tal y como cuenta Errasti, “fuimos en pleno Ramadán y por el día había muchas restricciones, así que el torneo se jugaba por la noche, a las ocho, las diez o las doce” un hecho diferencial sobre la competición regular en la Comunitat de esta liguilla de seis equipos  en la que en caso de empate se jugaban un punto extra en la tanda de penaltis.

Sentirse como profesionales

Eran auténticos profesionales durante esos diez días. O así se sentían los cadetes amarillos concentrados en Oriente Próximo. “Los días de partido hacíamos un poco de movilidad en el hotel, dábamos alguna charla y nos poníamos objetivos para el torneo. También nos dejaban un campo si lo pedíamos. El Al Ain tiene tres estadios y una ciudad deportiva con nueve campos para el primer equipo y la academia”, recuerda el técnico del Cadete A.

Pero hablemos de fútbol. La Cantera Grogueta se enfrentó a los mejores, como el Sporting de Portugal, el Inter de Milán o el Leeds United. Y ese era el leitmotiv y algo que enriqueció, sin duda, esta experiencia balompédica de primer nivel.

“Al día siguiente de la llegada nos tocó jugar contra el Sporting de Portugal, una de las mejores canteras del mundo, en un estadio a priori vació, pero tuvimos afición grogueta con los padres que vinieron a ver el torneo. Nos pusimos 0-2 y nos empataron porque cada jugador suyo que salía del banquillo era mejor que el anterior. Logramos ganar en penaltis y la sensación era como de haber ganado la Champions, con los chicos muy emocionados y celebrándolo en el vestuario como una final. En el contexto de la liga no vivimos estas experiencias”, relata con evidente emoción Errasti.

Sin embargo, este no fue el mejor día del Cadete A en los Emiratos, según su entrenador, que destaca el choque contra los italianos: “El mejor partido fue contra el Inter. Volvimos a ganar en penaltis. Eran un equipazo con varios internacionales Sub-16 y un par Sub-17. Fue un muy buen partido. Habíamos hecho una dinámica anterior al encuentro recordando de dónde veníamos y qué queríamos hacer y todos jugaron muy bien”.

El partido ante los nerazzurri era el penúltimo del torneo y al día siguiente se despidieron dos jugadores groguets debido a su compromiso con la Selección Española Sub-15. “Después de ese partido, se fueron Polo y Vinatea con la Selección y se perdieron el último partido. Aun así, Vinatea terminó siendo el máximo goleador del torneo y también le dieron el premio al mejor jugador”, subraya Errasti.

El Villarreal llegaba invicto al último encuentro de la competición y debía enfrentarse al conjunto local, pero no fue un partido fácil. “El equipo del Al Ain era específico para el torneo, todos de fuera y nos contaron que le competían a su Sub-21”, explica el técnico vasco, sobre el equipo organizador, ante el que se perdió por la mínima (1-0).

Del Mundial a la rutina

“Los chicos lo valoran porque no están costumbrados a viajar tan lejos ni a estar todo el día con sus compañeros en el hotel. Además, pudimos ganar el torneo hasta el último partido, por lo que, a pesar de ser una liguilla, lo vivimos como un Mundial”. Esta es la reflexión global del cuerpo técnico groguet desplazado al prestigioso torneo, que cuenta cómo “salíamos en el bus hacia un estadio de fútbol de verdad. La mayoría de ellos no lo habían hecho y nos ha dado mucho como experiencia y a nivel competitivo”.

La concentración en los días de partido era sagrada, pero también hubo tiempo para el ocio. Los cadetes groguets hicieron turismo por el país árabe. “Vimos el castillo de Al Ain, la montaña más alta de Emiratos y el mercado de camellos y otro día nos fuimos a Dubái. Vivimos una experiencia chula aprovechando para ver todo aquello”, detalla Errasti.

Sin duda, este ‘Mundial’ fue una experiencia inolvidable para las futuras estrellas del Submarino, que al volver “se sentían con otro poso futbolístico” y juegan con mayor ritmo en la Liga Autonómica.

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