Artículo de Iván Medall, director deportivo de la Fundació Albinegra
Para hacer una reflexión del año 2020 es inevitable pensar desde la perspectiva del COVID-19. A partir del tercer mes del año, la pandemia ha condicionado la vida de todas las personas y en el mundo del fútbol no ha sido menos.
La Fundació Albinegra ha sido protagonista en la gestión de las connotaciones que ha tenido la pandemia para los deportistas amantes del fútbol. Durante el confinamiento, ofreciendo públicamente los programas de acondicionamiento físico que permitían nuestros domicilios, como una ayuda a todos los que necesitábamos cuanta más información mejor (valga también como entretenimiento) para poder superar el confinamiento. Recuerdo una amplia oferta de formación y actividades telemáticas desde diferentes asociaciones, federaciones, e incluso a nivel individual. En este mismo sentido, aprovecho una de las muchas ocasiones que me podría dar esta disertación, para agradecer el trabajo de los técnicos de los diferentes equipos de la Fundació por mantener el contacto con los jugadores y poder ayudar indirectamente a los familiares en el día a día del duro confinamiento. Una vez, superado el aislamiento, la famosa autorresponsabilidad nos llevó a programar entrenamientos adaptados a las circunstancias, con la entrada progresiva por edades y posibilidades de entrenamiento de individual a colectivo.
A destacar que en junio de 2020, tres meses después del inicio de la pandemia, los jugadores del CD Castellón y CF Promesas Castalia estaban entrenando en las instalaciones municipales. Todo ello, después de que la dichosa pandemia nos privará de vivir con cercanía los buenos resultados de la Cantera Albinegra en sus diferentes categorías. Cercanía que la directiva del club, con el presidente Vicente Montesinos a la cabeza, tuvo telemáticamente con los diferentes equipos destacados de la temporada 19-20.
Con todos los procesos abiertos de protocolos sanitarios adaptados al fútbol y las dudas sobre el inicio o no de las competiciones, se planteó una nueva temporada de fútbol con las dificultades que todos sabemos. Llegó septiembre, la planificación dejo a lugar a la acción. Durante estos cuatro últimos meses del año, la actividad ha sido regular en el día a día, lo que conlleva un gran esfuerzo para todos los componentes de los equipos (familias, padres, madres, jugadores/as, entrenadores/as, coordinadores…). Hasta la fecha todo ha transcurrido con una “normalidad” sanitaria difícil de imaginar en las primeras fechas de la pandemia. Así que, sirvan estas líneas para dar la ENHORABUENA a todos y alentar a seguir por el mismo camino para superar el COVID. Esta dinámica positiva ha propiciado que el personal de la Fundació pudiera realizar protocolos adaptados a las instalaciones municipales cedidas por el Patronat d’Esports de Castelló, para que el público pudiera acceder con seguridad, en primera instancia a los partidos del filial, Juvenil A y B del CD Castellón, y en la última semana de competición del año a todos los partidos de la Cantera Albinegra disputados como local.
Para finalizar los matices de la pandemia sobre el fútbol valenciano, no debemos olvidar las diferentes acciones que se han derivado para la mejor gestión del “bicho” y que han abierto un abanico de nuevas posibilidades. Tal y como se suele decir momento de crisis, momento de oportunidades. La Federación ha adoptado nuevas medidas como el play-off en sede única para el ascenso a tercera del que participó el filial de CD Castellón después de muchas temporadas y que resulta una experiencia única para los futbolistas amateurs de Preferente; la ampliación de convocatorias para partidos aumentando las posibilidades de jugadores y técnicos; los cambios volantes en determinadas categorías; el aumento en el número de sustituciones por equipo; la división en subgrupos de categorías que hacen más intensa e igualada la competición; los grupos en fútbol 8 que aumentan la competitividad y reducen diferencias, etc. Muchas de ellas seguro que han venido para quedarse.
Todos estos aspectos y procesos de cambio se han dado dentro de un marco deportivo en el que los equipos de la Fundació, ya sean CD Castellón o CF Promesas Castalia, han dado un nuevo paso hacia adelante deportivamente. El favorable contexto que se vive en el club, fomentado por los actuales dirigentes del Club, propicia que los jugadores y técnicos tengan mayores recursos para su formación deportiva, entre ellos, las máximas categorías nacionales en Juvenil División de Honor y Liga Nacional Juvenil, además de poder contar con un equipo mayoritariamente en su primer año juvenil (Juvenil A CF Promesas Castalia) en la primera categoría autonómica juvenil. Incluso a nivel de fútbol base, los equipos cadetes también compiten en categorías facilitadoras de competencia como son Autonómica Cadete y Cadete Preferente… del mismo modo en Infantil Autonómica.
Lo que realmente satisface a todos los miembros del staff deportivo de la Fundació es el papel que durante estos últimos meses del 2020 han mostrado los equipos, siendo protagonistas en muchos momentos de lo que llevamos de competición en las diferentes categorías reseñadas. A ello unimos la trayectoria de muchos equipos que sin tener el protagonismo que conlleva la categoría sí que tienen la atención deportiva por su trayectoria y que bien pronto, en el 2021, nos darán muchas alegrías y nuevas oportunidades para muchos jugadores y técnicos de la Cantera Albinegra.
Para el 2021, obviamente, pedimos con fuerza el control de la pandemia y la consecuente seguridad para la sociedad de la que está incluido el fútbol. En el plano del fútbol base de la Fundació Albinegra seguir la evolución estructural afianzando un proceso en el que muchos técnicos están dedicados semana a semana. Todos ansiamos la confirmación de las primeras fases de la ciudad deportiva, mientras tanto, trabajaremos para mejorar las condiciones infraestructurales actuales y así conseguir un lugar de trabajo adecuado a las necesidades de la Fundació Albinegra. La estabilidad de la entidad genera muchas sinergias positivas que nosotros, los responsables, aprovechamos para crear contextos favorables para que los jugadores y técnicos tengan herramientas facilitadoras para su evolución y progresión. Los resultados son una consecuencia de todo ello, nunca la causa.
