Ignacio Sanchis / Castellón
El fútbol 8 es esa parte de este deporte que a veces se nos olvida que existe. Los más ignorantes no siempre tenemos en cuenta que para jugar a fútbol (11) antes hay que pasar por una cadena de etapas de formación y aprendizaje. Creemos que todos esos futbolistas que idolatramos han nacido siendo conocedores de lo que llamamos “conceptos”, que simplemente un día se dieron cuenta que sabían como pegarle al balón y que este fuera a la escuadra. Pero no, nadie nace sabiendo cuando tienes que pasar la pelota, cuando tienes que conducir ni cuando tienes que tirar. Algunos de estos conceptos se aprenden en el fútbol 8. Hemos estado este sábado en dos partidos de la Liga Oro Primera FFCV, en uno de ellos, el C.D. San Lorenzo de Castellón ante el CD Onda (Alevines Primer año), y en otro, dos equipos de dos canteras representivas: CD Castellón y CD Roda (Benjamines primer año) para conocer cómo trabajan clubs con distinta idiosincrasia.
En la provincia de Castellón hay varios clubes formativos. Sin embargo, pondremos el foco en dos muy distintos: El C.D. San Lorenzo de Castellón y el C.D. Castellón. El C.D. San Lorenzo nace en el año 1987 con el objetivo de potenciar la práctica del fútbol base en Castellón. Del club albinegro no hay mucho que explicar que no se haya hecho antes. En definitiva, dos academias formativas muy diferentes entre ellas con un mismo objetivo en lo que al fútbol formativo se refiere: educar personas.
La principal diferencia entre el San Lorenzo y otras canteras de la provincia es la cantidad de jugadores que tiene cada academia. Como explica el entrenador del equipo de la categoría Alevín 1er año, Luís Solera, “aquí todo el que quiere juega, no seleccionamos”. Otras canteras pueden tener múltiples alevines y de ahí, seleccionar a los jugadores para montar un mejor equipo. Esa es la realidad del fútbol 8. En San Lorenzo se tiene en cuenta la dificultad que conlleva competir contra este tipo de equipos. Por esto mismo el empate del sábado contra el C.D Onda ‘C’ (1-1) fue significativo. “Los chicos han competido y si lo hacen bien el miércoles contra el Villarreal, tendrán una merecida recompensa”, explicó Solera.
Por otro lado, está el C.D. Castellón, es uno de esos clubes con múltiples equipos en categorías inferiores. Desde la entidad albinegra recalcan la importancia del fútbol formativo, no solo a nivel deportivo si no a lo que respecta a valores. “Estamos formando chavales, no solo en el fútbol, si no en valores y como personas», señala Germán Rivera, entrenador del club en la Lliga Oro de la FFCV en categoría Benjamín ‘B’ 1er Año. Desde el fútbol base buscan ya ser protagonistas, jugar con un estilo ofensivo y atractivo. Preparan los partidos según los modelos que impone la entidad, trabajando conceptos futbolísticos pero, sobre todo, buscando que los niños sean ellos mismos, que disfruten del deporte y que tengan una vida saludable.
En el fútbol 8 se busca formar personas antes que a futbolistas. Sin embargo, hay opiniones divididas sobre este tipo de competición. La principal diferencia respecto al fútbol 11 es el espacio, en fútbol 8 no hay mucho espacio para jugar. En cambio, en fútbol 11 todo es más grande, porterías, balones, campo y además hay más jugadores. Por esto mismo, Rivera opina que debería ser fútbol 7, “porque se aprovecharían mejor los espacios y se interpretarían mejor”.
Estas opiniones no quitan la función que cumple el fútbol 8 en el deporte ni tampoco la de clubes como San Lorenzo o Castellón. Clubes con contextos diferentes, que preparan sus partidos y sus equipos de maneras totalmente alejadas las unas de las otras. Pero con objetivos comunes: que los niños jueguen y que sean ellos mismos.
