Habrá liga desde la A hasta la Z si no defendemos a los modestos de los «scoutings»

Aparentemente las formas se guardan y todo parece muy cortés. Pero que en octubre, cuando apenas llevamos cuatro jornadas de competición en Fútbol 8, un club grande remite a un pequeño una carta solicitando su autorización para que un jugador alevín de segundo año acuda a un entrenamiento el 28 de noviembre es quizá un poco exagerado. Claro que los grandes deben tener ojeadores -ahora se dice scouting- porque se trata de contar con los mejores jugadores de una ciudad o provincia. Pero que a un club modesto, que se las ve y se las desea para formar dos ó tres equipos alevines, a un mes de inicio de la competición, el club grande le lance la caña con anzuelo incluido al jugador (padre) de cara a la próxima temporada con la excusa de un entrenamiento es ciertamente exagerado. Si en un mes de liga han «tocado» a algunos jugadores, en febrero ya han probado a todos los que lo hagan medianamente bien ejercitando su «derecho de compra» y así elegir a los que quieren.

Quizá es para que el jugador sepa que el equipo enseña de su ciudad va detrás suya y así evite cualquier infidelidad con el club vecino. Total, como dicen algunos, para que luego acabe jugando en un conjunto de segunda o tercera fila -ahora se llaman letra -en algunos clubs hasta la I- goleando hasta los que hace poco han sido sus compañeros.

Hay que respetar el trabajo de los modestos. No hay jugador que no salga de un club de barrio, modesto, que posteriormente da el paso al de su ciudad. Pero con sosiego, dejando trabajar, aunque te dirijas de manera cortés, al humilde. Es pronto y prematuro por estas fechas sondear jugadores. Puede ser una estrategia acertada para el club pero que, en realidad, no tiene en cuenta el interés del jugador que no olvidemos que es un menor el cual en un momento dado lo único que quiere y por eso lo hace bien es disfrutar del fútbol con sus «colegas» del barrio. A un chaval de 12 años se le puede seguir perfectamente en un partido en Gran Vía, Rafalafena o Gaetá, desenvolviéndose con normalidad y dejarle entrenar con tranquilidad, incluso, sin que sepa del interés del «grande». Ya vendrá abril, mayo o junio y, entonces, puede realizarse la prueba pero esto no es un «Gran Hermano» que dura una temporada completa. Porque si seguimos así los modestos tirarán la toalla y al final la liga la disputarán cinco equipos, eso sí, de la A hasta la Z. Y si nos cargamos el fútbol modesto, más en el fútbol base, la llevamos clara.

Martin's Grill