La gestión en la LFP: El ascenso del CD Castellón, sus consecuencias internas en la gestión

Las obligaciones que tiene que cumplir un club de Fútbol para ingresar en la Liga de Fútbol Profesional van tanto al aspecto jurídico de la sociedad como al aspecto organizativo.

Jurídicamente el CD Castellón ya tienen mucho ganado porque ya es “Sociedad anónima deportiva”, lo que le toca ahora es hacer los deberes para adecuar su estructura organizativa a los requerimientos de La Liga.

Solo desde una buena organización interna se pueden asumir los retos de una competición tan compleja como en la 2ª división de la liga española. La liga es muy estricta en el cumplimiento del “Fair play financiero”, del “Fair play social” y de otros aspectos de funcionamiento interno.

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Se pretenden ajustar, de manera lo más eficiente posible, los recursos financieros al alcance de la entidad con sus gastos a la par de establecer unas normas básicas de funcionamiento creando un paquete uniforme de la competición y de sus clubs, de cara a la internacionalización de la marca.

No hace tantos años hubo equipos que no aguantaron esa vorágine competitiva endeudándose mucho más allá de lo que eran capaces de asumir, de forma que hemos visto entidades en concurso y que han podido salvar la situación, pero muchas otras que cayeron en causas de disolución. Esto es lo que pretende La Liga que no vuelva a suceder.

En los últimos 12 ó 15 años la internacionalización del producto de La Liga  es la que está llevando a los clubes, a través de los ingresos por televisión, a poder cumplir con sus presupuestos, una partida de ingresos muy superior a los recursos ordinarios generados por abonos o por entradas. La liga evidentemente controla ese crecimiento y mediatiza, con diversos comités, la actuación de las entidades.

Otra cosa es hablar de organizar coherentemente la entidad, pero creo que el CD Castellón es una entidad centenaria, apenas 2 años para celebrar esa gran efeméride, con buenos gestores en estos últimos años que han sabido hacer bien las cosas, no caer en errores del pasado y ante la delicada situación en la que quedó del club, no hace tantos años, han trabajado con eficacia. Tener a Ángel Dealbert y a Pablo Hernández , gente de fútbol, de experiencia en mil batallas y que las han visto de todos los colores en los clubes por donde han pasado ayuda y mucho…y además con alma y corazón “orellut” …cóctel indispensable para la buena gestión, sentimiento, conocimiento del fútbol y experiencia contrastada.

Si hablamos en estas pinceladas de cuál debe ser la piedra angular de  una buena organización lo primero es crear una estructura organizativa no monolítica, si no con delegación defunciones, incluso organización horizontal.

En el siglo XXI no puede ser que una racha de tres partidos seguidos paralice la contratación de un entrenador juvenil, aplaza un acto de promoción de marketing o el iniciar una actividad socio cultural interesante para la afición…, eso es gestionar con estilos  decimonónicos, ahora debe haber un estructura deportiva fuerte, una estructura de marketing y comunicación fuerte, una estructura de promoción social y vertebradora con la afición fuerte… que sean capaces de trabajar casi autónomamente, evidentemente con un consejero delegado al tanto pero ágil.

El club de fútbol es sentimiento, por la cual no se puede gestionar de espaldas a la afición, pero entrar La Liga es participar también  en el show business, por lo cual a veces hay que dejar al lado el corazón y gestionar muy bien con la cabeza, para ello están las normas y los controles están La Liga y la habilidad de las entidades en buscar buenos gestores que encuentren ese equilibrio que desgraciadamente en todos los lugares suposición.

 

Artículo del Dr. César Iribarren

Director de la Cátedra del Deporte de la UPV

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