Los inicios del fútbol y su evolución

 

El fútbol es un deporte de masas que, hoy en día, está considerado el deporte rey en la mayoría de los países del mundo. Fascina a grandes y pequeños, los atrae a una pelota cuando está cerca o a una televisión cuando lo retrasmiten. Sin duda, una pasión que va mucho más allá de lo lúdico.

Actualmente tenemos muchas formas de disfrutar del fútbol, como a través de las apuestas que encontrarás en https://www.betsson.es/apuestas-deportivas/. Pero no siempre ha sido el espectáculo que vemos hoy en los mejores estadios y las competiciones más glamurosas. Todo empezó hace muchísimo tiempo.

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LOS DIFERENTES ORÍGENES DEL FÚTBOL

Lo primero que debemos hacer para buscar el germen inicial del balompié es remontarnos a las civilizaciones antiguas. A pesar de que no se jugaba un deporte como el que conocemos, sí que existían diferentes prácticas por todo el planeta que, a lo largo de los años, fueron siendo referencia para dar lugar al fútbol moderno.

Durante el siglo III antes de Cristo, en el Antiguo Egipto, se practicaba un rito de la fertilidad en el que aparecía algo parecido a una pelota que pasaba de mano en mano. También pasaba algo parecido en China, aunque aquí observamos algo importante: el gobernador e inventor Fu-Hi creó una bola con raíces duras recubiertas con cuero crudo, siendo el predecesor de la pelota de cuero.

Este tipo de pelota viajó a los países vecinos, como India o Persia, que también la incluyeron en sus juegos populares. Incluso vemos algo similar en Japón, el Kemari, que sigue practicándose hoy en día. Aquí no hay carácter competitivo, más bien ceremonial, y debían evitar que la pelota cayese al suelo.

Por otra parte, uno de los orígenes que más se conoce en nuestro país es el Tlachtli de las civilizaciones prehispánicas. Una mezcla de fútbol, baloncesto y tenis en el que estaba prohibido usar las manos. Requería de una gran habilidad y, desgraciadamente, el capitán del equipo perdedor era sacrificado.

Ya en el continente europeo encontramos el Epislcyros griego (del que no se ha descubierto mucho) y el Harpastum romano. Los jugadores latinos practicaban este deporte con una pelota pequeña, en un campo rectangular y delimitado (incluyendo una división en el centro), y tenían que enviar el balón al campo contrario. El Harpastum llegó a Reino Unido, cuna del fútbol moderno, pero el uso de los pies era tan insignificante que es difícil conectarlo de manera directa con el deporte rey.

 

SU EVOLUCIÓN A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Viajamos ahora hasta los inicios del siglo XIX, en el que ya encontramos una versión similar al fútbol actual. Era un juego muy popular entre las calles y en las escuelas, pero carecía de normas determinadas. En cada lugar se jugaba de una manera diferente, especialmente influenciada por el terreno o los juegos vecinos.

Con el paso de los años, la imagen del fútbol fue afianzándose especialmente entre las autoridades. Era percibido como una forma de hacer piña y fomentar la colaboración, la lealtad al equipo y el sacrificio por un bien mayor. Empezaron así las primeras competiciones entre diferentes colegios, lo que implantó necesariamente una serie de reglas.

Todo llegó de la mano del Dr. Thomas Arnold, director del colegio de la ciudad de Rugby, que creo las primeras normas para el fútbol. Eso sí, distan de las que conocemos hoy, ya que estaba permitido golpear la pierda de un contrario por debajo de la rodilla o agarrar a otro jugador para evitar que corriese.

De hecho, ni siquiera estaba prohibido tocar el balón con las manos (simplemente no estaba contemplado), por lo que durante un partido en 1823, Williams Webb Ellis lo agarró entre sus brazos y empezó a correr hacia la portería rival. Anotó un gol para su equipo y, además, inventó un nuevo deporte para el mundo: el rugby.

Ya en 1863, en la University of Cambridge, se intentó fijar una base más concreta (y menos agresiva) para el fútbol en todo el país. La mayoría de los representantes de los colleges apostaron por eliminar zancadillas, patadas y otras formas de violencia; además de prohibir el juego con la mano.

El 26 de octubre de ese 1863, con representantes de numerosas escuelas y clubes deportivos, nació la English Football Association. A partir de aquí, el fútbol se volvió tan popular que no dejó de crecer. En 1871, solo ocho años después de su fundación, la asociación ya contaba con más de 50 clubes en todo el país. Un año después, en 1872, se creó la primera competición de fútbol de toda la historia: la Copa Inglesa.

En el Reino Unido todo llegaba rodado, crenado la Asociación Escocesa de Fútbol en 1873, la Asociación del País de Gales en 1875, y la Asociación Irlandesa en 1880. En 1888 ya se inició el primer campeonato de liga, con representación de las ciudades más importantes de las Islas Británicas.

Fuera del contexto británico, otras asociaciones nacionales fueron naciendo a los pocos años; como la neerlandesa o la danesa en 1889, la argentina en 1893 o la italiana en 1898. En 1904 se fundó la FIFA, de la mano de Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Países Bajos, Suecia y Suiza.

A partir de aquí todo se conoce bastante más, como la modernización de las reglas originales (recordemos, de 1886) en el año 1937; que se volvieron a revisar en 1997 y se renuevan actualmente cada año.

 

MOVIMIENTOS DE OPOSICIÓN AL FÚTBOL

Hemos visto el importante ascenso de la popularidad del fútbol, algo que inevitablemente originó también un importante ascenso de sus detractores. Por ejemplo, en 1314 se prohibió en Londres jugar en la calle, a causa del ruido que molestaba a los vecinos.

Otros rechazos al fútbol llegaron durante la Guerra de los Cien Años (1337 – 1453), ya que los monarcas reinantes veían con mejores ojos que sus súbditos practicasen tácticas militares que futbolísticas. Durante casi dos siglos más, fueron muchos los reyes de diferentes países los que prohibieron su práctica; por diversos motivos.

A pesar de que muchos gobernantes querían frenar la expansión del fútbol, en 1581 se produjo un acto importante. El pedagogo y pastor anglicano Richard Mulcaster publicó una disertación sobre la importancia del “footeball” en la educación, la salud y el sentimiento de pertenencia a un equipo.

Fue a partir de este momento cuando los detractores del fútbol fueron bajando, para convertirse en lo que conocemos hoy en día: el deporte más seguido en todo el mundo.

 

Un breve paseo por la historia del fútbol nos sirve para apreciar aún más el deporte que a muchos nos enamora. Una forma de vivir un partido por encima de si disputamos nosotros mismos o no el balón, que nos lleva a sentir con cada gol una emoción casi indescriptible.

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