Tres temporadas lleva Mabel Moliner Gual al frente del Orpesa CF. Afortunadamente es cada vez más habitual ver a mujeres al frente de clubs de fútbol. El nombre de Sagrario González no dirá nada a la mayoría de los lectores. Es conocida por ser una de las pocas mujeres que preside un club. Lidera el Atlético Astorga, y en 2012 tuvo una brillante idea: reunir a todas las presidentas para reivindicar la capacidad de las mujeres para gestionar una institución deportiva. Entre ellas estaba Victoria Pavón, representando al CD Leganés. Castellón Base, hoy Día Internacional de la Mujer Trabajadora, trata de reflejar en este artículo como también las mujeres, y no por su sexo, sufren en sus carnes el rol que les toca desempeñar en el deporte-rey.
Mabel dirige los destinos de un equipo mucho más modesto: El Orpesa CF. La pasada temporada estuvo muy cerca de ascender a Regional Preferente. Las cosas se han complicado más en la actual pues el equipo oropesino está peleando por mantener su plaza en Primera Regional. «Realmente me siento muy apoyada, respetada y querida tanto por mis compañeras de directiva como los entrenadores del club. Aquí estaré prestando mis servicios al Orpesa CF mientras me quieran y el cuerpo aguante», apunta la máxima dirigente del club. Es una gran partidaria del fútbol base y, de hecho, reconoce que «mi satisfacción más grande sería permanecer en el club hasta ver cumplido el objetivo de la directiva actual que no es otro que contar en el primer equipo con una mayoría absoluta de canteranos». Esta temporada, el Orpesa CF ha contado con Laura y Mayra como entrenadoras del Benjamín A, «se trata de ex jugadoras que han sabido gestionar muy bien su labor como técnicas».
En el fútbol, el papel de la mujer está siendo cada vez más respetado y valorado ya no sólo entre hombres sino que el fútbol femenino de primer nivel está ganando interés entre el aficionado por la proyección otorgada por patrocinadores y medios de comunicación. Es una labor que en la provincia de Castellón tenemos que agradecer a personas como Magdalena Rodríguez, presidenta del CF Joventut Almassora, equipo de Segunda Nacional, o Youriko Saeki, gran impulsora del fútbol femenino en el Villarreal CF, que compite también en Segunda Nacional. Clubs como el Alqueries CF, CD Drac Castellón, Fortí Vinaròs, y más modestos aún en cuanto a categoría como el CD Onda, Racing Onda, EF Benicató, CF Rafalafena, UD Vall de Uxó, además de los clubs que apuestan por el fútbol 8 femenino tales como el CD San Lorenzo Castellón, con Luis Solera, el Burriana FB, además de los citados UDE y Villarreal CF, también trabajan por el deporte rey entre las mujeres.
Más complicado es la función a veces poco respetada no por el sexo sino por su propio papel en el juego como son los árbitros. Alexandra Tabita, con experiencia en categoría Nacional -es árbitra de Segunda- y habitual en Liga Autonómica Femenina así como en el resto de categorías de Fútbol Aficionado y Formativo, se refiere a su labor como árbitra de la siguiente manera: «Seas hombre o mujer, hay poco respeto hacia los árbitros, aunque bien es cierto que se nota otro comportamiento por parte de los jugadores y los entrenadores. Desafortunadamente, la grada no perdona ni una. Aún nos toca escuchar comentarios de este tipo ‘mira que yo soy mujer…pero tú al género femenino das vergüenza’. Las mujeres suelen ser por desgracia las que hacen con más frecuencia comentarios de este tipo», opina. Tabita considera que «cada vez será más complicado acceder por parte de una mujer al fútbol masculino dado que las pruebas físicas son cada vez más exigentes. Se está avanzando mucho en el fútbol femenino, cada vez más, pero también es complicado lidiar con tantas mujeres en el mujer». Lo dicho, en el deporte rey, el fútbol, el respeto hacia las personas está medido más por su función que por su sexualidad, un avance desde el punto de vista de la igualdad de las personas pero con la gran asignatura pendiente de respetar a quien trata de trabajar y hacer su papel de la mejor manera.
