Pequeños futbolistas que nos dan grandes lecciones

Pequeños jugadores de hasta 34 equipos de prebenjamín de primer año se levantan cada fin de semana con la ilusión de jugar a su deporte favorito en la provincia de Castellón. Es el primer año en el que estos niños pueden verse vistiendo una misma camiseta con sus compañeros, jugar partidos ‘de verdad’ y sentirse como sus ídolos cada vez que el balón echa a rodar. Esta temporada, además, con un pequeño cambio en el formato de la competición, con dos grupos de 17 equipos y una vuelta, que decidirá una segunda fase en función de la clasificación para nivelar resultados sin ser del todo lo más importante.

En cada encuentro se aprecia un ambiente diferente al que cualquier persona puede concebir en un partido de fútbol. Aquí no importa el resultado. Cualquier gol se celebra independientemente de quién lo marque o qué suponga para el devenir del partido. La competición queda en un segundo plano en una categoría en la que se pueden ver incluso conjuntos del mismo club enfrentándose entre sí en cada jornada.

Para que los futuros futbolistas continúen con esta motivación por jugar, es imprescindible el trabajo que realiza el cuerpo técnico en cada entrenamiento. Carlos Soriano, coordinador de prebenjamines del Primer Toque C.F, asegura que se deben trabajar aspectos técnicos y tácticos básicos, no obstante, destaca la importancia de llevar a cabo actividades lúdicas para que los niños mantengan intactas las ganas de jugar y pasarlo bien.

Ripotenis

Además, en cada charla previa al encuentro, los entrenadores realizan la tarea de hacer entender a los niños que no deben salir con ningún tipo de presión. «Lo primero que se les debe decir, antes de explicarles pequeños detalles, es que se diviertan sobre el campo, que no se pongan nerviosos ya que al final el partido debe ser como un entrenamiento más», apunta Soriano.

Asimismo, cada vez que el colegiado da el pitido inicial los jóvenes futbolistas hacen muestra ante los espectadores de los valores humanos y deportivos que aprenden en sus clubes durante la semana. El compañerismo, la deportividad o la humildad, quedan reflejados en acciones como pedir disculpas al contrario en cada choque, felicitar al rival cuando finaliza el tiempo reglamentario o la alegría expresada cada vez que un compañero hace algo bien.

La categoría de menor edad deja en cada jornada disputada una valiosa lección de cómo disfrutar al máximo, y sin ningún tipo de limitación, del deporte que más te apasiona.

Artículo de Marcos Bernat

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