¡Qué ganas tengo de que llegue el sábado!

– Papá, ¡Qué ganas tengo de que llegue el sábado!

– ¡Jajaja! Claro, porque no hay cole, ¿No?

– ¡¡¡Nooo!!! ¡Porque por fin volvemos a jugar un partido!

Martin's Grill

 

Esta conversación probablemente se habrá repetido en infinidad de hogares valencianos en estos días, y es que, aunque haya gente que piense que somos los padres los que queremos que los niños compitan, nada más lejos de la realidad.

Si bien es cierto que volver a los entrenamientos era primordial por la importancia de practicar deporte con regularidad, jugar partidos tiene también importancia en el plano anímico. Porque la importancia de que vuelvan los partidos no reside en el desenlace de las ligas, como se ha podido leer las últimas semanas en las redes, al fin y al cabo son ligas menores y no tendría consecuencias graves que nadie quedara campeón ni hubiera ascensos o descensos, la verdadera importancia es la ilusión que provoca en los niños competir con otros niños en el momento, más allá de puntos o ligas, en el partido, en ese momento de demostrar lo que han aprendido o trabajado durante la semana, de demostrarse a ellos mismos lo que son capaces de hacer. Ese aliciente les aporta una motivación especial que no la tienen los entrenamientos, por no hablar del premio que supone disputar un partido tras una semana de esfuerzo y trabajo.

Os animo a qué les preguntéis a vuestros hijos que les hace sentir el volver a competir, (pero más allá de la simple alegría obvia), puede ser que os sorprendan, en mi caso fue así, ya que mi hijo me confesó que tenía cierto miedo, pero no a la posibilidad de perder el partido, o de no hacerlo bien, si no a la posibilidad de que vuelvan a parar de nuevo la competición, ¡Y esto lo está pensando antes incluso de que vuelva a empezar!

Con demasiada frecuencia tendemos a pensar que los niños no «sienten ni padecen» en asunto de preocupaciones, que viven en «los mundos de yupi» y que nada les inquieta, pues no es así.

Por eso no podemos caer en la tentación de pensar que lo de los partidos es secundario, que lo importante es entrenar, porque lo importante son las dos cosas, porque se complementan y una necesita de la otra, y la otra de la una, y sí, por supuesto, lo primero es la salud y evitar por todos los medios el avance de la maldita pandemia, pero con los números en la mano, con toda seguridad se pueden hacer otras muchas cosas más efectivas para ello que impedir que miles de niños practiquen su deporte favorito, además, el próximo sábado sonarán muchos despertadores que harán que otros tantos niños se despierten de nuevo con esa ilusión desmedida, mezcla de nervios y ganas, que solo se siente cuando se aproxima la hora del ansiado partido, y eso, que no se nos olvide, también es salud.

 

P.D. Cabe aplaudir la sensatez que han mostrado las autoridades en materia de público, ya que debate aparte de sí está bien o mal la prohibición de acceso de aficionados a los campos, por lo menos han reconocido que en fútbol base es necesario que como mínimo acuda un acompañante por cada jugador, y es que estamos hablando de personas menores de edad y por tanto deben de tener a alguien mayor de edad que se responsabilice por ellos.

Artículo de Sergio Farrè Robador. Colaborador de Castellón Base

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