Vuelve la magia: «Leo, tenemos partido. ¡¡¡VAMOSSS¡¡¡

Nueve y media de la mañana, toca despertar a los nanos, hoy juegan su primer partido desde el confinamiento. Son sus primeras palabras recién despertados. Saltan de la cama, “¿Dónde está la ropa?“, se cambian rápido, en 2 minutos, que diferencia con el lunes pasado cuando empezó el cole. Vuelven a jugar un partido de fútbol, vuelve el fútbol, vuelve la ilusión.

Ha pasado medio años desde su último partido el 10 de marzo, esa misma noche se anularon las Fallas y la Magdalena, al día siguiente la Federació suspendió las competiciones, el sábado siguiente se ordenó el confinamiento, en una semana cambió nuestra forma de vida.

Seis meses con largos días de confinamiento, de fase tras fase, sin saber muy bien que hacer o que poder hacer, y una nueva normalidad que tiene poco de normalidad, con mascarillas, distancia entre personas, sin muestras de afecto, todo ha cambiado.

Ripotenis

Ciento ochenta y seis días sin poder disfrutar totalmente de su deporte favorito, sin partidos, con algún entrenamientos en solitario, con partidos improvisados en cualquier espacio en que se “permitía”.

Ya pueden disfrutar de su deporte favorito, de sus compañeros, del míster. No es como en temporadas pasadas, no pueden cambiarse en los vestuarios, disfrutar con sus compañeros del postpartido en sus laaaaargas duchas. Pero es lo que tenemos.

Queda más de un mes para que comiencen las competiciones de fútbol-11 y luego los más pequeños, está pretemporada servirá para que todos nos acostumbremos a todas las normativas y protocolos. Como padres no nos queda otra que intentar explicar a a los niños las normas y cumplir con lo que nos indican las autoridades sanitarias, la Federació, los ayuntamientos y los clubs. ¿Son normas incómodas?, pues si; ¿difíciles de entender? también, pero no nos queda otra que ayudar en todo momento a nuestros clubs, entrenadores, e incluso más, cuando vayamos a campos visitantes.

Siempre podremos disfrutar después del partido con un almuerzo y comentar lo poco que hayamos visto, o de lo poco que nos cuenten los niños del partido. Pero la temporada va a ser larga (ojalá) y atípica, ayudemos y seamos responsables. La normalidad vendrá algún día, pero ahora es momento de cumplir. Quizás con el tiempo la situación se normalice y los niños volverán a disfrutar con sus compañeros en los vestuarios, y padres y aficionados en las gradas.

Pero ojalá el próximo sábado se vuelvan a despertar con “Leo, tenemos partido” “¡¡¡¡¡¡¡¡VAMOOOOSSSS!!!!!!

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