El actual equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Castellón anunciaba en mayo de 2019 que, atendiendo a una reivindicación común, se comprometía, tal y como anunciaba la entonces candidata, Begoña Carrasco, a recuperar las ambulancias en las grandes competiciones de fútbol base. En el último programa electoral no se menciona esa cuestión pero se presupone que la sensibilidad de los gobernantes de Castelló debería ser la misma. Es cierto que han pasado los años y en este sentido nada ha variado por lo que en el inicio de esta legislatura, momento en el que hay «ganas de hacer cosas», podría plantearse esta cuestión por el bien de la salud de los jóvenes deportistas.
Esta semana hemos conocido la trágica muerte de un deportista jugando a fútbol con sus amigos en unas instalaciones municipales de Castelló. Seguramente habrán situaciones irreversibles pero -ya ha ocurrido esta temporada, incluso, esta misma mañana en Chencho- que es necesario que nuestras instalaciones deportivas en Castelló, ante la gran cantidad de competiciones -no sólo hablamos de fútbol- y deportistas en activo, carezcan de un protocolo rápido y efectivo para una primera atención que puede ser decisiva. Algunos pueden pensar que porqué no una ambulancia en cada patio de colegio pero lo lógico es que este recurso esté donde haya más concentración de personas desarrollando una actividad física. Se trata de destinar recursos públicos allí donde de verdad se haga de ellos un buen uso y lo qué exponemos en este artículo parece una causa justificada.
La situación ideal, desde luego, sería disponer de una ambulancia por recinto pero eso es imposible, al menos, hasta hoy. En este caso, como hace, por ejemplo, Onda, se habilita una base desde una instalación para responder de inmediato a una atención urgente en coordinación con las personas que están en el lugar. Tener claro, por ejemplo, cómo acceder al lugar de los hechos puede ser algo tan sencillo pero que en ocasiones conviene remarcar. Esperamos que una propuesta hecha hace cuatro años no se olvide y los fines de semana, especialmente, haya una mínima garantía de atención sanitaria ya no sólo en lo que se refiere a la ambulancia sino la presencia de personas con una mímima preparación en las propias instalaciones. Un convenio del Ayuntamiento de Castelló con la Generalitat o algún centro privado de formación sanitaria para que con ciertos conocimientos pudiera prestarse una primera atención o hacer un buen uso, rápido y efectivo de los desfibriladores. Insisto, ahora es el momento de cambiar ciertas cosas.
