Aarón Siles / Castelló
Las gradas del Javier Marquina se abrieron por primera vez desde la vuelta del fútbol para el encuentro de Liga Nacional Juvenil que enfrentó ayer domingo al juvenil B del CD Castellón con el CD Don Bosco A. Una gran noticia que acerca al fútbol un poco más a aquella normalidad que perdió hace unos meses.
La asistencia de público estuvo organizada y gestionada por parte del CD Castellón. Para llevarla a cabo se estableció un límite de aforo y se dividió a las aficiones locales y visitantes de forma que estas no se encontrasen en ningún momento. Los locales entraron por la puerta trasera y se establecieron en la grada principal, mientras que los visitantes, y la prensa, accedieron a las instalaciones por la puerta principal y tomaron asiento en la grada de preferencia. Asimismo, a seguidores y periodistas les fue colocada una pegatina distintiva. Por otro lado, los aledaños del terreno de juego estaban debidamente delimitados para orientar a los presentes y evitar aglomeraciones.
El trabajo en la organización del evento no pudo verse recompensado con un buen resultado en el campo. El juvenil B albinegro cayó derrotado por 0-1 en un partido en el que fue más dominador del balón pero se topó con el bloque defensivo del conjunto valenciano, que estuvo en todo momento concentrado y bien organizado. Tras varios acercamientos del CD Castellón, incluido un remate al poste en una jugada por la banda izquierda, los visitantes se adelantaron mediada la primer parte gracias a una jugada que finalizó con un centro por la derecha.
Los castellonenses siguieron intentándolo y redoblaron sus esfuerzos conforme el tiempo se agotaba en búsqueda de los primeros puntos de la temporada, pero no hubo forma de traspasar la muralla formada por el juvenil del CD Don Bosco y el marcador ya no se movió. El equipo de Pedro Fernández Cuesta concentrará ahora sus esfuerzos en el partido de la próxima jornada en la que visitará al CD San Marcelino.
