Adiós Fútbol 8, bienvenido Fútbol 11

Juan Ángel Martínez / Vinaròs

El jueves disputaron la U.E. Vinaròs y el C.F. Nuevo Salesianos Burriana la jornada 17 del grupo 1 en alevín 2o año. Tanto los locales, sextos con 24 puntos, como los visitantes, ahora terceros con 37 puntos, no se jugaban nada. No obstante, en estas categorías la actitud de los chavales siempre es digna de elogiar, pues siempre buscan la victoria. Debido a esto, el partido tuvo un ritmo alto, aunque sin demasiadas ocasiones en la primera parte. En la primera mitad la U.E. Vinaròs fue superior, pero en la segunda fueron superados por su rival, tanto en juego como en el marcador. El 1-3 final lo reflejó.

«No estoy muy contento con la primera parte porque no le hemos puesto la intensidad que solemos ponerle en los partidos. Pero en la segunda parte, después de la charla en el descanso, los jugadores han salido como tenían que salir: a ganar el partido desde el primer minuto», explica el técnico visitante.

Deporte Base

Resultados a parte, el fútbol en estas edades es importante. Lo es porque forma parte de una etapa de crecimiento en el niño, pero también porque se pasa de fútbol 8 a fútbol 11. Eduardo Javier Aguilar, técnico vinarocense, considera que no será difícil dar el paso si se busca hacer las cosas con un poco de sentido, tratando bien el balón. Por otra parte, su homólogo reconoce que lo afrontaba como una temporada más, pues lleva entrenando al C.F. Nuevo Salesianos Burriana desde benjamines.

El paso de un tipo de fútbol a otro no es un problema en el caso de estos equipos, pero siempre hay otros aspectos que pueden convertirse en obstáculos. «La madurez que deben tener, tanto en el campo como en los estudios, cada vez es más grande. Ya depende más de ellos y no tanto de los padres. Yo creo que mantener esa energía y esa concentración para jugar y estudiar es lo más difícil», explica el míster del C.F. Nuevo Salesianos Burriana.

Por otro lado, Eduardo Javier cree que lo más complicado es hacerles entender a los niños el porqué del juego. No obstante, el factor motivacional también es trascendental. «Al final se trata de un juego y yo creo que los niños vienen a divertirse. Aún así, hay que tener en cuenta el aspecto competitivo. Todos los niños vienen a ganar y, si pierden, se irán jodidos. En el fútbol hay que divertirse, es cierto, pero todos los niños quieren ganar siempre», detalla.

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