Vivimos tiempos difíciles, momentos en los que la seguridad debe primar ante todo, pero también comenzamos a “padecer” decisiones tomadas desde el desconocimiento de la realidad que se vive a pie de calle.
Está clarísimo que al menor atisbo de un caso de Covid en un colectivo se debe atajar y que medidas preventivas son siempre buenas para evitar situaciones futuras desagradables.
Una decisión que se entendió como acertada fue el hecho de que tanto en entrenamientos como en competiciones en el fútbol formativo y aficionado, aunque fuese un fastidio, pero que no se usaran los vestuarios al ser espacios reducidos donde el contacto estrecho es mucho más probable y que pudiese haber contagios derivados de su uso.
Pero ahora las autoridades de la Comunitat Valenciana han decidido que, como pronto, hasta el 12 de abril no comiencen la inmensa mayoría de competiciones vinculadas al deporte base. ¿En base a qué? ¿con que fundamento científico? ¿han escuchado a las diferentes federaciones? Tan siquiera ¿les han pedido opinión? O….. sencillamente no les hace falta ni les interesa, ninguneando a una parte importante de la sociedad.
Estamos hablando que en el conjunto del mundo del deporte en España el porcentaje de contagios supone menos del 0,5% del total. Lo ideal, por supuesto es que el índice de contagios en general fuese cero, y que no hubiese nadie enfermo y mucho menos pérdidas de vidas, pero estamos hablando de menos del 0,5%.
Mientras tanto nuestros menores siguen en casa, muchos encerrados sin practicar deporte más allá de las pocas horas que dan en su centro escolar. Algunos deportes ya han comenzado a entrenar en las condiciones que se les han transmitido, pero….con esta decisión de retrasar un mes más sus competiciones hunden anímica y emocionalmente a todos estos menores. ¿No se han parado a pensar las autoridades que nuestros menores están perdiendo unos años fundamentales en su formación física, intelectual y en su socialización?
Por supuesto que se debe practicar deporte con seguridad, siempre, pero no es de recibo que de una forma arbitraria se ensañen con los que menor incidencia están teniendo, como le pasa al sector de la hostelería, otro sector que está siendo masacrado hoy en día.
En lugar de eso lo que se debe atajar de raíz son tanta manifestación no autorizada en la calle, ni tanto niñato reventándolo todo, desmantelando negocios, que bastante mal lo están pasando, o pegando palizas o intentando quemar a servidores del orden público. A esos y a los que montan fiestas ilegales es a los que hay que ponerles coto y que caiga sobre ellos todo el peso de la ley porque son el verdadero problema de esta situación. Demasiado trabajo están teniendo los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado con todo esto y, aun así, hay mucha gente que no entiende que en estos momentos, por mucho que nos jorobe, no se pueden hacer quedadas como hace poco más de un año. Ya llegarán. Todos esos comportamientos incívicos son los que llevan a que se restrinjan muchas otras actividades, como el deporte base. Como siempre, pagan justos por pecadores.
Ahí es donde las autoridades deben incidir y ahí es donde deben actuar con contundencia. Ya está bien de cebarse con colectivos, como el del deporte base, que busca que nuestros menores puedan practicar la actividad que les gusta desde la mayor seguridad, que para eso sus clubes y entrenadores juntos a sus madres y padres sabemos preocuparnos, y que se les permita hacer algo de “vida normal” dentro de los tiempos que nos están tocando vivir.
Las autoridades deberían reconsiderar su postura, escuchar a las federaciones deportivas que son las voces del deporte base en la Comunitat Valenciana y que comprendan que nuestros menores tienen el derecho de poder practicar deporte, siempre DEPORTE SEGURO.
Artículo de J.L.
