El entrenador francés, Arsene Wenger, después de escuchar a todas las partes implicadas, propuso la idea a la IFAB, que empezará a probar este nuevo fuera de juego en competiciones en Italia y Suecia. Infantino, junto a Wenger y el desarrollador de la FIFA, buscaron algún método que hiciera del fútbol un deporte de ataque.
La idea de la FIFA y de Wenger es que no sea fuera de juego si el delantero está adelantado al defensa pero tiene alguna de las partes de su cuerpo (con las que pueda hacer gol) en línea con el último jugador.
Es decir, para que exista el fuera de juego, el atacante tiene que tener todo su cuerpo por delante del defensor, no coincidiendo ninguna parte de sus cuerpos. Una propuesta que reduciría a la mitad los fueras de juego de los partidos.
«En algún momento se tomarán medidas e incluso se podrá determinar que con cinco o seis centímetros no sea fuera de juego. Todo está en estudio». De los cuatro de media que hay por partido, se reduciría a dos, creando un fútbol más ofensivo.
Una iniciativa que se convierte en realidad
Esta iniciativa, que cada día coge más fuerza, seguirá los pasos que también siguieron la implantación del VAR, el fuera de juego semiautomático y otras novedades de estos años.
«Está en fase de estudio porque queremos que el fútbol cada día sea más ofensivo. En 135 años de historia tan sólo se ha modificado en dos ocasiones. Arsene Wenger nos ha presentado una posibilidad y es que no exista fuera de juego si el delantero está adelantado, pero una parte del cuerpo con la que se puede marcar gol está en línea con el defensa. De esta manera tendríamos un fútbol mucho más ofensivo», comentó Infantino.
