La Federación Valenciana no debe añadir confusión sobre el final de las ligas

La Federación Valenciana de Fútbol no debe añadir más confusión sobre el desenlace de las ligas  -paralizadas por el Covid-19- a la espera de lo qué decida el Gobierno de España en el actual Estado de Alarma que puede prorrogarse. Gomar ya ha dicho que en julio y agosto, con calor, no puede jugarse -en Sevilla plantean hacerlo a las 20.00 horas- abriendo la puerta de concluir las competiciones con ascensos y descensos en juego en septiembre. Esto, para los clubs, supone un «sin sentido» a la hora de su planificación ya que en caso de competir las plantillas actuales -pongamos en caso un jugador infantil de segundo año- ese mes, de mantenerse los plazos de licencias, sería considerado ya cadete. Jugar en septiembre supondría alterar el calendario de la próxima temporada y alterar la planificación de los clubs que confeccionarían o mantendrían las actuales plantillas para septiembre y reharían otras para la nueva competición. Además como nos ha confesado el coordinador deportivo de un club importante, «lo que nos preocupa ahora es ver los modos y protocolos a seguir cuando pueda reanudarse la competición». Es decir que por muchas reuniones telemáticas de los órganos directivos de la Federación Valenciana de Fútbol y declaraciones, es el Gobierno de España quien tendrá la última palabra.

Lo más recomendable en estos momentos es esperar qué ocurrirá el 26 de abril y qué pasará si se prorroga el Estado de Alerta. El fútbol base será aún más conservador que el profesional a la hora de poder reanudar la competición. Mayo será inhábil y junio parece que también por lo que concluir las ligas antes de julio parece complicado. Todos los clubs, dada la situación generada por la pandemia, van a tener que realizar un trabajo muy importante de cara a sus asociados mostrando gestos de colaboración e implicación con las familias, muchas de ellas, afectadas desde el punto de vista económico. Esa es la vertiente más importante a la que debe dedicarse la Federación en estos momentos y no posponer la conclusión de ligas formativas en septiembre si no pueden concluirse antes de julio. Por lo tanto, es conveniente medir bien las palabras y de hecho, como reconocen internamente desde la Federación Valenciana, en ningún momento la junta directiva se ha pronunciado al respecto «porque sería precipitarse. De hecho, los técnicos trabajan en los diferentes escenarios que se puedan dar».

Lo hemos publicado. Se trata de fútbol base, no profesional, y está claro que cualquier decisión no será sencilla puesto que es una escenario totalmente nuevo y no contemplado en el reglamento. La opinión del abogado de Domingo Monforte Asociados era muy clara (os ponemos enlace) y quizá la Federación, en el mes de mayo, con el panorama más despejado, puede optar por cancelar la temporada y como «medida política» apostar por los ascensos, no consumar descensos y proceder a una reestructuración de categorías para que en un plazo de dos temporadas de nuevo podamos tener las ligas más acordes al fútbol base real. No nos olvidemos que la opinión del Tribunal del Deporte de la Generalitat Valenciana, en fútbol base, ha prevalecido sobre la Federación y consumar descensos a equipos que no lo estaban en el momento de darse por cancelada la competición sería recurrible. Por lo tanto, de no volver a jugar, la mejor decisión sería respetar ascensos -incluso en casos de play off subir a los equipos que iban a disputarlo y en caso de mejores segundos que sean todos los clasificados en esa posición en Primera Cadete e Infantil–.

Deporte Base

Empiezan ya a trabajar en ese escenario y no confundamos más. Creemos que la mayoría entendería esta posición para tomar oxígeno de cara a un inicio de la temporada 2020-21 con nueva fuerzas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor escribir tu comentario:
Por favor ingrese su nombre aquí