Cómo combatir las dificultades de querer ser portero

Conversamos con Aitor Mena sobre la demarcación de portero en el fútbol base. La escasez de porteros, los entrenamientos específicos, las cualidades principales de los guardamentas, los padres porteros, etc..

Aitor es entrenador de porteros de la Unión Imposibles-Beteró, lleva 5 años en el club. Además combina su labor como segundo entrenador del Infantil de 1º año.

Pregunta.- Desde Valencia Base hemos observado que en este comienzo de temporada existe numerosos clubs que solicitan para sus equipos guardametas, parece que es una posición donde existe escasez en estos momentos ¿Crees que es así, o siempre ha sido una posición con pocos niños que quieran ocupar esta demarcación?

No. La escasez en posiciones como la del portero en los equipos del fútbol base no es un problema de ahora, sino que viene de muy atrás.

Ripotenis

En el fútbol base, los niños, salvo en contadas excepciones, cuando aterrizan en un equipo de fútbol tienen como objetivo estar en permanente contacto con sus compañeros puesto que, en la mayoría de los equipos, los jugadores son compañeros de clase y amigos con los que juegan habitualmente en los parques.

Los jugadores de las categorías inferiores, desde Prebenjamín hasta Alevín, están en pleno inicio del proceso socializador y en lo que más piensan es estar el mayor tiempo posible con sus amigos.

Es difícil que, siendo tan pequeños, piensen en renunciar a pasar tiempo junto a sus compañeros para dedicarlo al entrenamiento de porteros y a la llamada “soledad del portero”.

Se puede identificar que, la mayoría de los niños prefieren estar dentro de las dinámicas de grupo con el equipo a tener que apartarse para acudir a los entrenamientos específicos de porteros. Ese problema, junto a la decisión de asumir las responsabilidades que el puesto de portero conlleva, tanto por su dificultad como por su importante visualización del fallo, hace que muchos nuevos jugadores de fútbol base decidan ser jugadores a ser porteros.

Los jugadores de categorías del fútbol base, se encuentran en una etapa de aprendizaje dónde, como es lógico, continuamente están cometiendo errores. Los niños, a partir de Benjamines empiezan a tomar conciencia y darse cuenta de que, si estuviesen jugando como jugadores, los errores que pudiesen cometer serian bastante menos visibles que estando en una portería.

Personalmente, cuando comienzo a trabajar con un nuevo grupo de porteros, siempre les invito a reflexionar con la misma frase “Si el delantero falla, queda el mediocentro, si este falla queda el defensa, si este falla queda el portero, pero si falla el portero es gol”. En ese momento, la mayoría de los porteros se quedan muy dubitativos reflexionando sobre la gran responsabilidad que asumen.

La renuncia a pasar todo el tiempo posible junto a los compañeros y el miedo a exteriorizar las carencias son dos de los factores que más pueden influyen a la hora de elegir ser portero o no.

P.-¿De ser así, a qué crees que se debe?, ¿qué les desanima?

Si, como previamente he comentado, uno de los factores que más influyen a elegir la posición del portero es la excesiva presión que el portero tiene en los partidos, junto a su poca participación que puede tener en un partido.

Solamente tenemos que pensar en un partido de fútbol base dónde el rival sea muy superior. En el equipo que sea superior, el portero apenas va a participar en el juego, va a estar sólo en la portería e incluso puede llegar a no tocar el balón en todo el partido.

Además, cuando celebren los goles, ¿quién lo celebra con el portero? Es común ver como los porteros tienen que celebrar los goles solos porque no llegan a celebrarlo con los compañeros. Por otro lado, el portero del equipo que haya sido superado por el rival se va a dedicar a encajar goles y recogerlos de la portería.

Es cierto que todos los niños de un equipo se pueden ir decepcionados a casa cuando han perdido por una diferencia importante, pero es el portero quien ha tenido que recoger de su portería todos esos goles.

En este ejemplo, tenemos los dos roles de porteros más comunes en el fútbol base, el portero del equipo superior que no ha participado en el juego y, el portero del equipo superado que se ha dedicado a recoger los goles encajados.

Si a esto se le suma que, durante la semana de entrenamientos, el portero no ha estado todo el tiempo de entrenamiento junto a sus compañeros, hace que sean pocos los que optan por este puesto.

En partidos, es fundamental que los entrenadores de los equipos refuercen a sus jugadores cuando han sido superados por el rival, pero es más importante aún que refuercen a su portero.

Es común decir, en la teoría, que los goles no los encaja el portero, sino el equipo, pero todos los focos se proyectan en este último. Además, en muchos partidos vemos a ciertos entrenadores gritar tanto a sus jugadores como porteros como si la vida les fuese en ello, sin darse cuenta de que están evidenciando a ese niño que acaba de cometer un error.

El portero, es consciente como cualquier jugador, cuando ha cometido un error atribuible a él. Pero, si después de no haber participado apenas en el partido, comete un fallo y el entrenador lo ridiculiza con gritos desde la banda, puede ser muy contraproducente. A muchos entrenadores, cabría recordarles de vez en cuando que están tratando con niños, no con profesionales.

“Los padres y madres intentan proteger a sus hijos de cualquier riesgo”

P.- ¿Puede ser que los padres condicionen a los niños a ocupar una posición de jugador y no la de portero? De ser así, ¿Por qué piensas que sucede?

Sí. Como es lógico, los padres y madres intentan proteger a sus hijos de cualquier riesgo, haciéndolo también extensible al mundo del fútbol. Es común que los padres y madres quieran que sus hijos marquen muchos goles y se diviertan con sus amigos, pocos quieren que sus hijos no se relacionen con todos los compañeros y que estén tan expuestos al fallo visible y a la crítica constante.

Es cierto que me encuentro con muchos padres que no desean que sus hijos sean porteros, pero no por otra cosa que no sea por protegerles de la crítica y de la exposición tan evidente del fallo. Pero también es verdad que, cuando esos mismos padres y madres ven las dinámicas de los entrenamientos de los porteros y como estos, al mejorar, toman un papel protagonista en los partidos cambian de opinión.

Personalmente, siempre les transmito el mismo mensaje. Tranquilidad, paciencia y trabajo. No nos importa en absoluto los goles que lleguen a encajar, nos importa que poco a poco la progresión en los entrenamientos se vea reflejada en los partidos, aspecto que, tras el paso del tiempo se hace más evidente

P.- El rol de porteros ha cambiado en los últimos años, ya que tienen que saber jugar mucho con los pies ¿no hace esto más atractiva la posición de guardameta?

Sí, es cierto que el rol de portero ha cambiado mucho en los últimos años. En el fútbol 11 el perfil del portero que se busca no es el era antes, ahora se busca un portero que juegue como un tercer central, un portero que dé tranquilidad al juego, que temporice en los momentos necesarios el juego y que se pueda salir con el balón jugado manteniendo la posesión.

En el inicio de los ataques organizados canalizados, el rol de portero juega un papel clave, es este el primero en poder iniciar ese ataque mediante la salida de balón parado o con los cambios de orientación de la zona de presión a la zona sin presión. El juego de pies es un aspecto muy importante en la preparación del portero.

Personalmente, en mis sesiones de entrenamiento, el juego de pies es una constante. La primera tarea siempre la relaciono con una dinámica dónde el objetivo principal es el juego de pies y, después, durante las posteriores tareas, realizo tareas combinativas dónde el juego de pies esté tan presente como un blocaje o una incorporación tras un desvío lateral.

Al igual que ahora se demandan porteros que jueguen como un tercer central yendo bien con los pies, entre otras muchas cosas, se lleva muchos años demandando porteros que sean contundentes por arribaque jueguen adelantados para estar atentos a los balones en profundidad y también, que sean capaces de ordenar al equipo transmitiendo información clara.

P.- En vuestro caso como Club, ¿Habéis tenido algún problema con algún equipo sin portero? ¿Es difícil captar un portero? ¿Cómo lo habéis solucionado?

Es cierto que es difícil captar porteros y si, hemos tenido algún que otro problema a la hora de cubrir posiciones de portero. Prácticamente, en la mayoría de nuestros equipos, desde categoría Prebenjamin hasta categoría Amateur, tenemos dos porteros por equipo.

En nuestro club, somos dos entrenadores de porteros los que nos encargamos de todo el entrenamiento y planificación de la metodología del entrenamiento de porteros.

Nosotros, coordinamos el entrenamiento del fútbol 8 y del fútbol 11 de forma que, paulatinamente todos nuestros porteros tengan un nivel común y adecuado a los requisitos y demandas del puesto.

Todos nuestros porteros tienen una sesión por semana de entrenamiento de porteros, en las que realizamos sesiones completamente adaptadas a su edad, categoría y momento de la temporada.

Para ello, contamos con una metodología propia para el entrenamiento de porteros. Realizamos entrenamientos basados en criterios de eficiencia y eficacia, dónde dividimos el entrenamiento en cuatro zonas totalmente diferenciadas para aprovechar toda la hora de trabajo.

La mayoría de nuestros ejercicios las hacemos fuera de portería, en especial a partir de categoría Alevín de primer año, con la finalidad de comenzar la transición de forma paulatina al fútbol 11 sin que el portero lo note.

Para ello, dividimos las sesiones en 3 ejercicios delimitados en espacio y tiempo.

La primera tarea, es de parte inicial fuera de portería, la segunda, es de parte principal analítica dentro de portería y la tercera es parte final enfocada a situación real de partido. Con esta distribución conseguimos que en tan sólo una hora de sesión, puedan verse trabajados todos los conceptos que hemos establecido previamente.

Por ello, dentro de nuestra metodología propia, dividimos la temporada en cuatro macrociclos:

  • El primero de ellos es introductorio dónde aprovechamos para valorar el estado del portero y adaptar los entrenamientos a sus necesidades.
  • El segundo de ellos es el de aprendizaje, dónde se presentan los conceptos del puesto del portero y se adaptan a situaciones reales de partido.
  • El tercero es el de interiorización, dónde se refuerza todo lo aprendido, se analiza individualmente cual es el estado del portero respecto al inicio de la temporada y se pasa el cuarto macrociclo de aprendizaje consolidado.

Además, con la finalidad de seguir formando y mejorando a nuestros porteros, los viernes ofrecemos una sesión adicional a todos nuestros porteros de alevines en adelante. Estas sesiones, no sólo las ofertamos para los porteros de nuestro club, sino que también las abrimos a cualquier otro portero de cualquier escuela que quiera venir a perfeccionar sus habilidades.

Sin duda, estas sesiones de tecnificación que ofrecemos, tanto para jugadores como para porteros, está teniendo un éxito abrumador. En las sesiones del entrenamiento de porteros, somos dos entrenadores los que estamos dirigiendo la sesiones del entrenamiento dónde adaptamos los entrenamientos a las necesidades del portero, separándolos por grupos de nivel con la finalidad de dedicar el mayor de los esfuerzos a su mejora continua.

P.- Pensando un poco en el proceso de iniciación en el fútbol ¿Cuáles son las características principales que debe tener un portero en edad Prebenjamín o Benjamín?

Pocas distinciones podemos hacer en las características que deben de tener los porteros de categoría prebenjamin y benjamín.

Nosotros dedicamos todos nuestros esfuerzos a que los porteros sean capaces de consolidar entre otras cosas; blocajes frontales a media altura, blocajes frontales rasos con aseguración de balón, caídas laterales rasas marcando el pie de apoyo correcto, las incorporaciones al lado contrario con giro de cadera.

A partir de benjamín de 1º, les introducimos junto a esto, las caídas a media altura con pie de apoyo, las devoluciones desde el suelo y los desvíos orientados.

En relación a las características principales, un portero de estas categorías debería, como mínimo, ser capaz de realizar blocajes sencillos en un solo tiempo, realizar las caídas laterales con el pie de apoyo correcto, conocer y colocarse de forma correcta en las referencias de la portería, realizar controles con la pierna dominante y no dominante, realizar pases cortos de precisión tanto con pierna dominante como con la no dominante, saber sacar de volea con la pierna dominante y poder sacar con la mano en corto con el brazo dominante.

P.- ¿Hay alguna característica de tipo carácter, actitudes ante la presión, descaro o cualquier otro tipo de forma de ser que sea mejor o peor para los guardametas? O simplemente se trata de cualidades físicas (rápidez, reflejos, colocación, agilidad) y las demás influyen de igual modo que en cualquier otro jugador de campo.

Tanto en jugadores como en porteros, no creo que sólo se tengan en cuenta o que influyan las cualidades físicas.

Para mi, es tan importante el entrenamiento psicológico como el entrenamiento táctico, técnico o físico. Una persona que no esté psicológicamente preparada no puede afrontar correctamente unas responsabilidades.

Es necesario que los entrenadores de los equipos practiquen dinámicas continuas de grupos, que dirijan refuerzos positivos a los jugadores tras el fallo y que no conviertan como obligación el acudir a entrenar, sino como una forma de aprendizaje continuo y divertido.

Todos hemos tenido jugadores que, siendo buenos, su gestión del estrés ante circunstancias inesperadas ha provocado que su reacción no sea la adecuada y condicione directamente su participación en el equipo. Los porteros deben de ser capaces de soportar presiones añadidasde soportar la llamada “soledad del portero” y de que está no condicione en su rendimiento.

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