¿Funcionan de verdad los protocolos en los campos de fútbol? Técnicos véanlo

Después de un mes en que la mayoría de equipos ya han comenzado la pretemporada, estaría bien por parte de todos los estamentos que tienen relación con el fútbol base realizar un reflexión sobre el desarrollo de la pretemporada en partidos y entrenamientos de cara al comienzo de la temporada en el próximo mes de octubre.

Visto desde el punto de vista del deportista, poco ha cambiado con respecto a la temporada pasada, en lo que a la actividad física se refiere. En el terreno de juego, tanto en entrenamientos, como en partidos amistosos no ha cambiado nada, los niños se esfuerzan y juegan igual. Pocas cosas han cambiado, su recipiente de agua personal, la eliminación del pasamanos, pocos cambios más, cuando rueda el balón todo sigue igual. Quizá el sentir de la colectividad en el vestuario, con las charlas previas y postpartido, es lo que más se echa en falta. El tradicional «fair-play» con el saludo de rigor entre los contrincantes como muestra de respeto al rival tampoco se ve en las canchas.

Las normas marcadas desde el protocolo federativo se realizan con normalidad, zona de entrada a las instalaciones diferenciada, higiene de manos, toma de datos (en algunos casos se realiza de manera telemática), todo apunta, por la experiencia vivida y comentada tanto por clubs, como seguidores y deportistas, que funciona con normalidad.

Deporte Base

En el protocolo anti-COVID de la Federació se indica que su objetivo es «Prevención y mitigación de los contagios de la COVID-19 durante el desarrollo de actividades, entrenamientos, eventos, partidos o torneos amistosos y competiciones oficiales desarrolladas bajo competencia de la FFCV. «

¿Realmente se cumple el objetivo? En cuanto a los deportistas e instalaciones de los deportistas, por lo visto hasta ahora, SI. Fuera, es otra cosa, pero realmente no es debido al protocolo federativo.

Desde nuestro punto de vista el único caso que esta quedando un poco en el aire es la presencia de acompañantes en las gradas o la posibilidad de los acompañantes de ver el partido. No se trata de un acto de voluntariedad -estar o no detrás de una valla o encima de una escalera para asomar la cabeza por encima de un muro- sino de complicidad con el jugador (hij@) en un momento especial de la semana.

Por la edad de los niños, en la mayoría de casos, deben ser llevados a sus partidos o entrenamientos por una adulto. Hay instalaciones en que la presencia de público no está autorizada por el responsable de las instalaciones.

¿Que hacen los acompañantes? Habrá casos en que volverán a su casa mientras dure el partido, para volver a recogerlo a su finalización. Habrá casos en que esto no es viable, ya que la distancia no lo permite. En estos casos, muchos acompañantes buscan la posibilidad de ver el partido tras una valla, por encima de un muro, sobre una escalera, o en lugares poco seguros para acceder o permanecer viendo un partido de fútbol. En muchos casos la posibilidad de ver el partido es en una zona reducida por lo que el distanciamiento no existe. 

Incluso según fuentes de Castellón Base y Valencia Base, ya se ha podido ver este fin de semana aficionados en las gradas no respetando las limitaciones, con una grave irresponsabilidad por parte de estos, así como, de los que no lo han controlado. La incongruencia de la norma de permitir hasta tres filas de padres viendo el partido desde una cafetería con una grada vacía no debe ser excusa para el cumplimiento de la norma. Pero casi es peor no vigilar su cumplimiento.

Otro caso, que se está produciendo, son los campos con zona de restauración. Ésta pasa a ser zona de grada, los acompañantes desde esta zona pueden ver el partido por lo que el lugar esta totalmente abarrotada. En este caso, la distancia entre personas es menor, el uso de mascarilla no es obligatorio mientras se consume, amparándose en la normativa de la hostelería que no es lo es pues el Ayuntamiento en ciernes le atribuye la potestad de falso graderío. En un campo de fútbol 11, con dos partidos de fútbol 8 los acompañantes están amontonados en una sola zona. Si todo fuese normal, estarían en dos zonas distintas como mínimo, con mayor distanciamiento.

Se da el caso de que una zona de 80 metros cuadrados se ubican 80 personas. Mientras unas gradas de 500 personas está vacía. Si bien, esta zona habilitada como bar, tendrá un aforo máximo permitido.

¿Se está previniendo y mitigando los contagios de la COVID-19? Realmente NO.

Existen pocos recintos privados de clubs, en la mayoría de casos los campos de fútbol de la Comunitat son de propiedad municipal. Como administración pública, a parte de poner en disposición de los clubs las instalaciones, se espera de la administraciones que velen por la seguridad y la salud de las personas. ¿Realmente se está previniendo al mantener a 80 personas en 80 m2, pudiendo estar en unas gradas para 500 personas?

Realmente, se quiere prevenir el contagio de la enfermedad, o se quiere evitar responsabilidades, no poniendo los medios necesarios para prevenir posibles contagios.

No hay datos que demuestren que haya contagios en una instalación deportiva hasta el momento, pero evidentemente el principio de prohibir la entrada de acompañantes en las gradas dando la opción de estar en la cafeteria, no cumple el principio de prevención. Pâra eso apliquemos el principio prohibitivo total -no a la competición, instalaciones cerradas-. Pero déjense de medias tintas porque desde luego los técnicos del Ayuntamiento que amparan la normativa de gradas cerradas y cafeterías abiertas poco acuden a un partido de fútbol el fin de semana. Es más, nunca se les ha visto.

Seguramente si lo visto en algún campo de fútbol estos fines de semana, lo viese el extraterrestre de » Sin noticias de Gurb» del libro de Eduardo Mendoza, pensaría que los humanos no estamos bien. Gradas con capacidad para 500 personas vacías y zona de 80m2 abarrotada con 80 personas y alguna de ellas sin mascarilla, ya que estan consumiendo.

No se permite la entrada de personas al recinto deportivo en las instalaciones creadas para albergar al público, cuando la normativa tanto de Conselleria como de la Federació lo permite, y se «reúbica» a las personas en la calle o en las zonas de restauración donde es más difícil cumplir con el distanciamiento, incluso no siendo obligatorio el uso de mascarilla.

Algo no se está haciendo bien.

Pongamos un poco de cordura y entre todas las partes adoptemos una medidas unificadas y con el objetivo de evitar posibles contagios. Aún estamos a tiempo de cara a la competición oficial de modificar y corregir algunos problemas, es necesario, en una temporada en la que se va a originar mucho tráfico de personas entre distintas localidades. Por ejemplo, habilitando zonas diferenciadas para público local y visitante, para no mezclar personas de distinto origen.

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