Los clubs comienzan a evidenciar la necesidad de obtener algo de luz sobre las perspectivas que tiene la Federación Valenciana de Fútbol respecto a la cancelación o reanudación de las ligas de fútbol aficionado y de base que son de su competencia. Todo partiendo de que la FFCV esté supeditada a lo qué decida el Ministerio de Sanidad (Gobierno de España) y la propia Real Federación Española de Fútbol.
Lejos de las necesidades/intereses del fútbol profesional por la necesidad de cumplir contratos con la televisión, etc, la adopción de medidas en el fútbol base es más sencillo. Es cierto que nadie se atreve a poner fechas pero es cierto que la Federación Valenciana debería clarificar su postura de calendario con el fin de que los clubs se planifiquen. Dicen incluso que la Española tiene un excel con todas las fechas posibles desde que se dé luz verde por parte de las autoridades sanitarias con el fin de activar las competiciones cuando se pueda.
Por ello, es importante que la Federación Valenciana comience a despejar dudas sobre si va a poderse jugar antes del 30 de junio o si se retomará la competición como esta en la actualidad en septiembre (prorrogando licencias, mutualidad…) y concluir en octubre con el fin de conceder un pequeño periodo para iniciar la temporada 20-21 en noviembre. Sobre esta opción, hay muchas reticencias. Luego están los que piensan que la competición debe cancelarse dejando en manos de la Federación el tema de los ascensos o descensos con las distintas opciones que hemos publicado.
Salvador Gomar se ha pronunciado a favor de acabar la temporada sobre el césped. El problema es que los plazos transcurren y cada vez es más difícil concluir antes del 30 de junio. Aún así, el presidente de la FFCV, como ha expuesto Luis Rubiales, máximo dirigente de la Española, quiere que sean los terrenos de juego los que diluciden el final de la competición y no los despachos. Por ello, Gomar ha planteado reanudar en septiembre para evitar el calor propio de las fechas de julio y agosto con el objetivo de concluir la liga en los terrenos de juego en octubre. Proponer este calendario continuo, entre dos temporadas oficiales, para algunos es hasta una opción interesante con el fin de comprobar cómo será el cumplimiento de medidas que puedan imponer. Con esta opción, los clubs tendrán pocas opciones de movimientos de jugadores pues algunos, al concluir la presente temporada en octubre, deberán saltar de categoría por edad a los pocos días.
Sin lugar a dudas, se abre un escenario «conservador» en los clubs que con sus actuales recursos se verán obligados a reforzar equipos y siempre con la intención de que todos los jugadores tengan su acomodo. El periodo de transición de una temporada a otra sería muy ajustado y sin pausa. Pero, hoy por hoy, lo más importante es comenzar a decidir, bien declarando nula la competición con lo que ello conllevaría como posterior estudio de ascensos o descensos o reanudar, bien en junio (aprovechando algunas fechas) o dar paso ya a septiembre. Ante un momento en el que vivimos bajo nubarrones, es importante poder otear el horizonte despejando la principal incognita: Cancelar / Reanudar. Luego ya vendrán las fechas.
