Reflexiones sobre las jornadas de Transición de Fútbol 8 a Futbol 11: Los cambios poco a poco

En la vida, adaptarse a los cambios es complejo, y más cuando esto sucede en la edad pre-adolescente donde, además, la persona también esta cambiando. En el fútbol, el paso de alevín a infantil, es sin duda el cambio mas brusco que va a sufrir un jugador de fútbol. Por un lado, se va a encontrar una superficie mucho más grande, un balón mas grande y pesado, y 3 jugadores más por equipo. Todos estos cambios, van a necesitar de una preparación física diferente a la que tenían en fútbol 8. Por otro lado, le va a costar más llegar a la portería rival, las sustituciones ya son limitadas y entra en escena la temida convocatoria. Empezamos a convivir con la amenaza del banquillo o de no estar convocado, algo que también requerirá de una preparación psicológica diferente. Con todos estos cambios, en muchos casos puede ocurrir que la motivación del jugador disminuya o que incluso cambie su manera de jugar, ya que estamos hablando casi de un deporte distinto. En algunos casos, hay jugadores que por sus características ( muy veloces o de mucha fortaleza física), salgan ganando con este cambio, pero lo normal es que los jugadores pre-adolescentes que empiezan a jugar en infantil, tengan problemas de adaptación los primeros meses.

¿Cómo y cuando se deben realizar las diferentes adaptaciones para que esta transición sea mas sencilla?

En mi opinión, creo que en el último año de alevín y en los primeros meses de infantil es cuando ya se debe de tener en cuenta este cambio e introducir algún tipo de adaptación.

Deporte Base

En alevines, los entrenamientos deberían tener un objetivo fundamental que es el de realizar muchas acciones individuales técnicas en situación de partido, para mejorar en su ejecución. Hay que tener en cuenta que las acciones en fútbol 11 se van a reducir, por tanto el hecho de ejecutarlas correctamente va a ser mucho más importante que en fútbol 8 donde la participación en el juego es más alta. Aspectos como la coordinación y las tareas donde los jugadores tengan que tomar decisiones a una mayor velocidad y con una correcta ejecución técnica para cumplir sus objetivos, harán que los jugadores tengan una mejor preparación. Además, tener la ocasión de poder disputar partidos de fútbol 11 en horario de entrenamiento o en algún día de descanso, también hará que los jugadores se vayan familiarizando con las nuevas dimensiones. Por último, los jugadores no deberían estar encasillados en una sola posición de fútbol 8 ya que estaría limitando mucho sus posibilidades de cara el fútbol 11. Cuantas más posiciones pueda ocupar en el campo, más completo será el jugador en un futuro.

Por otro lado, y ya en la edad de infantil, sería conveniente realizar alguna adaptación a través del sistema de juego,  para que los jugadores no pasen directamente de tocar el balón 25 veces en un partido con 6 llegadas a portería, a tocarlo 4 veces y ninguna llegada a portería. Si proponemos un sistema de juego muy defensivo, sin posesión de balón y con mucha inferioridad de los delanteros con respecto a sus defensores, va a existir una des-conexión entre línea, pocas participaciones y seguramente la des-motivación de  muchos de los jugadores. Si por el contrario proponemos un estilo asociativo, donde cada jugada puedan intervenir 6 o 7 jugadores, y además apliquemos un sistema ofensivo donde los delanteros no vivan alrededor de una muralla aislados del resto, seguro que no van a notar un cambio tan brusco con respecto al año anterior. Esto último es lo más difícil ya que depende mucho de los jugadores que tengas para poder jugar de una u otra manera, pero hablando de adaptación, sería lo más correcto. En pocos meses, seguramente los jugadores ni se acordarán de aquello que era jugar a fútbol 8.

Artículo de Alberto Pérez Bonet. Colaborador de Castellón Base. Ha sido entrenador en la Unió Esportiva Bovalar y CD Castellón

 

Castellón Base y Eventos deportivos MMA han organizdo por segundo año consecutivo  la II Liguilla Transición a Fútbol 11 El Corte Inglés en el Polideportivo Gaetà Huguet–limitada a equipos Alevines de segundo año-. Las jornadas comenzarán este domingo 13 de enero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LOS CAMBIOS, POCO A POCO…

 

En la vida, adaptarse a los cambios es complejo, y más cuando esto sucede en la edad pre-adolescente donde, además, la persona también esta cambiando. En el fútbol, el paso de alevín a infantil, es sin duda el cambio mas brusco que va a sufrir un jugador de fútbol. Por un lado, se va a encontrar una superficie mucho más grande, un balón mas grande y pesado, y 3 jugadores más por equipo. Todos estos cambios, van a necesitar de una preparación física diferente a la que tenían en futbol 8. Por otro lado, le va a costar más llegar a la portería rival, las sustituciones ya son limitadas y entra en escena la temida convocatoria. Empezamos a convivir con la amenaza del banquillo o de no estar convocado, algo que también requerirá de una preparación psicológica diferente. Con todos estos cambios, en muchos casos puede ocurrir que la motivación del jugador disminuya o que incluso cambie su manera de jugar, ya que estamos hablando casi de un deporte distinto. En algunos casos, hay jugadores que por sus características ( muy veloces o de mucha fortaleza física), salgan ganando con este cambio, pero lo normal es que los jugadores pre-adolescentes que empiezan a jugar en infantil, tengan problemas de adaptación los primeros meses.

 

¿Cómo y cuando se deben realizar las diferentes adaptaciones para que esta transición sea mas sencilla?

En mi opinión, creo que en el último año de alevín y en los primeros meses de infantil es cuando ya se debe de tener en cuenta este cambio e introducir algún tipo de adaptación.

En alevines, los entrenamientos deberían tener un objetivo fundamental que es el de realizar muchas acciones individuales técnicas en situación de partido, para mejorar en su ejecución. Hay que tener en cuenta que las acciones en fútbol 11 se van a reducir, por tanto el hecho de ejecutarlas correctamente va a ser mucho más importante que en fútbol 8 donde la participación en el juego es más alta. Aspectos como la coordinación y las tareas donde los jugadores tengan que tomar decisiones a una mayor velocidad y con una correcta ejecución técnica para cumplir sus objetivos, harán que los jugadores tengan una mejor preparación. Además, tener la ocasión de poder disputar partidos de fútbol 11 en horario de entrenamiento o en algún día de descanso, también hará que los jugadores se vayan familiarizando con las nuevas dimensiones. Por último, los jugadores no deberían estar encasillados en una sola posición de fútbol 8 ya que estaría limitando mucho sus posibilidades de cara el fútbol 11. Cuantas más posiciones pueda ocupar en el campo, más completo será el jugador en un futuro.

Por otro lado, y ya en la edad de infantil, sería conveniente realizar alguna adaptación a través del sistema de juego,  para que los jugadores no pasen directamente de tocar el balón 25 veces en un partido con 6 llegadas a portería, a tocarlo 4 veces y ninguna llegada a portería. Si proponemos un sistema de juego muy defensivo, sin posesión de balón y con mucha inferioridad de los delanteros con respecto a sus defensores, va a existir una des-conexión entre línea, pocas participaciones y seguramente la des-motivación de  muchos de los jugadores. Si por el contrario proponemos un estilo asociativo, donde cada jugada puedan intervenir 6 o 7 jugadores, y además apliquemos un sistema ofensivo donde los delanteros no vivan alrededor de una muralla aislados del resto, seguro que no van a notar un cambio tan brusco con respecto al año anterior. Esto último es lo más difícil ya que depende mucho de los jugadores que tengas para poder jugar de una u otra manera, pero hablando de adaptación, sería lo más correcto. En pocos meses, seguramente los jugadores ni se acordarán de aquello que era jugar a fútbol 8.

 

 

 

Alberto Pérez Bonet.